Hace muchos años que la mirada de este cineasta me sedujo a través de sus películas. Audaz, controvertido, nada condescendiente y del todo revelador, François Ozon se desnuda en cada una de sus cintas, como si el mañana no existiese o no importase. Con Una nueva amiga, este director de ojos profundos regresa con un cine que conmociona y que golpea como muy pocos lo hacen. En esta ocasión, el realizador galo nos aproxima a la vida de David, un padre inconvencional cuyos gustos heterodoxos nacen de las cenizas de su propio matrimonio. La imagen de su actor principal, Romain Duris, con medias de talón de punto francés, merodea mi mente mientras subo por el ascensor, en este asfixiante día de primavera que se esfuerza por convertirse en verano. De alguna manera, el céntrico hotel donde me encuentro no es muy diferente al que se muestra en Une nouvelle amie, tan repleto de expectativas y de buen cine. Me adentro en un cuarto amplio donde un François Ozon exultante me estrecha la mano mientras pronuncia alguna palabra en español. Al hablarle esboza gestos amables y no puede evitar sonreír cuando alguna pregunta le parece interesante. El cine le entusiasma y le gusta hablar de él. Impecablemente vestido de gris, con una fisionomía que no pasa desapercibida y un carisma ineludible, Ozon desmenuza conmigo toda su filmografía, con un impresionante ventanal que nos ofrece una panorámica de Madrid como telón de fondo. Así, entre pregunta y respuesta, entre cine y más cine, establecemos una coreografía perfectamente orquestada que bosqueja una suerte de danza cinematográfica, un baile en el que lo importante ya no son los pasos, sino el simple hecho de bailar.
Imagen del rodaje de Una nueva amiga © 2014 Mandarin Cinema. Distribuida en España por Golem Todos los derechos reservados.
Lucía Tello Díaz.- Ante todo, debo felicitarle por Una nueva amiga, una propuesta que resulta del todo rompedora. ¿Cómo llegó a sus manos el relato de Ruth Rendell en el que se basa, y cuándo decidió que sería su siguiente proyecto?
François Ozon.- Encontrar el relato fue una completa casualidad, lo leí hace unos veinte años. En la época ya quise hacer un cortometraje sobre él, ciñéndome mucho al relato, pero no pude hacerlo porque no encontré ni la financiación ni al actor para interpretarlo. Hace un par de años, quizá tres, volví a leerlo y me di cuenta de que seguía exactamente igual, y que yo todavía mantenía el mismo interés por él. Pero claro, yo había cambiado en esos veinte años y, en el relato, el personaje de Claire mataba al final al de Virginia. A mí no me apetecía en absoluto hacer una historia sobre un asesinato, así que pensé que sería mejor hacer una historia de amor, algo que acabase bien para ellos dos. Y esa es la razón por la que decidí hacer la película.
LTD.- Un rasgo que define a sus protagonistas, no solo en Una nueva amiga sino a lo largo de toda su filmografía, es la tensión personal, los conflictos internos, ¿qué busca en los personajes de sus películas?
FO.- Lo que me interesa de los personajes es, precisamente, que busquen su identidad, pero para ello que no cojan un camino recto, sino muy tortuoso para llegar al fin. Por ejemplo, si miramos el personaje de Claire, es una mujer diferente al final de la película, desde el principio hasta el desenlace ha cambiado completamente. Y eso es lo que me interesa en realidad, esa búsqueda de identidad, pero no de una forma directa, sino mostrar lo que cuesta llegar a encontrarla.
Imagen de Una nueva amiga © 2014 Mandarin Cinema. Distribuida en España por Golem Todos los derechos reservados.
LTD.- Esta película comienza con un entierro que parece una boda, sigue con la pérdida de una familia, de un amor y de una mujer, que en realidad es el surgimiento de una nueva familia, un nuevo amor y una nueva mujer. Da la sensación de que su concepción es un clamor a la vida, que es como un Ave Fénix resurgiendo de entre las cenizas.
FO.- No es la primera vez que toco el duelo, en Bajo la arena con Charlotte Rampling toqué el mismo tema. Pero realmente lo que me interesaba en Una nueva amiga, era el hecho de que a través de la muerte volvía a renacer, como has dicho, una nueva vida. La muerte de Laura va a permitir que nazca un nuevo amor, una nueva familia y una nueva persona. Por eso la película comienza con lo que pueden parecer clichés, lugares comunes, el entierro, boda, bautizo, etc.
LTD.- Otro elemento que me interesa especialmente de toda su filmografía, es el rol de la mujer. Normalmente estamos acostumbrados a ver seres pasivos, subordinados al personaje masculino, y en su cine son muy activas y tienen las riendas de sus propias vidas. ¿Cómo ve el contraste entre ese retrato más realista de su cine, y ese rol subsidiario que se le otorga en la generalidad de la industria cinematográfica?
FO.- Es algo común en mi cine, de hecho, hice una película sobre este tema, Potiche, mujeres al poder
LTD.- Cierto Potiche, mujeres al poder es una gran cinta sobre este tema, pero además es un denominador común que se repite invariablemente a lo largo de todas sus películas
FO.- A menudo me han preguntado por qué hago películas sobre personajes femeninos, como si la mitad de la población no estuviera compuesta por mujeres. Es verdad que normalmente otorgo cualidades a mis personajes femeninos que no suelen darse en el cine habitual. Y es que personalmente me interesan más los personajes femeninos porque tienen que luchar mucho más para conseguir lo que un personaje masculino obtiene automáticamente, se le da de manera directa. Además es cierto que en el cine la mayoría de los grandes papeles se le dan a los hombres.
Imagen de Una nueva amiga © 2014 Mandarin Cinema. Distribuida en España por Golem Todos los derechos reservados.
LTD.- Antes me comentó que hace veinte años no encontró a un actor que pudiera interpretar el papel de David/Virginia. En la actualidad ha contado con Romain Duris, como personaje masculino, y con Anaïs Demoustier en el papel de Claire, ¿cómo fue el proceso de selección de los protagonistas?
FO.- Hablando del personaje masculino, es verdad que hice pruebas a muchísimos actores franceses, la gran mayoría de ellos se sentían muy incómodos con tacones y con pelucas, excepto uno, Romain Duris, que se sentía muy cómodo. Estaba claro que era para él, pero además porque me divertía que lo interpretara alguien que encarna de alguna manera el símbolo del macho, el actor francés que siempre interpreta papeles muy machistas, por lo que era perfecto para el papel. Para el personaje de Claire, se lo propuse a una actriz francesa muy conocida, muy famosa. Leyó el guion y le gustó muchísimo, pero el papel femenino no, porque según ella no había nada que interpretar. Cuando se lo propuse a Anaïs, ella se lo leyó y me dijo “es formidable, está todo por interpretar en el personaje femenino”. Ahí te das cuenta de quién es una gran actriz. Es mucho más difícil tener que interpretar todo con la mirada, porque efectivamente tiene muy poco diálogo, porque es un personaje que mira, que observa, tiene que mostrar muchísimo a través de esa expresión.
Imagen de Una nueva amiga © 2014 Mandarin Cinema. Distribuida en España por Golem Todos los derechos reservados.
LTD.- ¿Y el personaje de Gilles, cómo fue su creación y su elección?
FO.- El papel de Gilles es muy interesante porque es un personaje excluido de la historia. Siempre está al margen. Cuando empieza la película se ve que Claire y él están muy enamorados, y ella puede perfectamente contarle que ha visto a David. Pero no lo hace. Decide vivir una historia secreta, un poco transgresora por su parte, y es lo que más me interesó de su personaje, que siempre está. Podía ser parte de la historia, pero nunca se le incluye, siempre se le deja a un lado.
Imagen de Una nueva amiga © 2014 Mandarin Cinema. Distribuida en España por Golem Todos los derechos reservados.
LTD.- Y ya por último, quisiera hacerle una pregunta respecto a una escena que técnicamente me parece muy complicada. En concreto, me refiero a cuando Lucie está llorando y, al ponerle la blusa de su madre cerca, el bebé no solo deja de llorar, sino que empieza a tomar su biberón. A nivel de dirección debe ser todo un reto
FO.- Fue una pesadilla. Literalmente. No conseguíamos que funcionara, al principio le dimos una blusa que había llevado su madre de verdad, pero nada, seguía llorando de manera terrible. Se nos ocurrió no darle el biberón durante un tiempo, para esperar a que tuviera un poco de hambre, y entonces intentarlo. Nada. Pero sucedió lo que siempre sucede en el cine, un milagro. Como cuando ruedas con animales, que de pronto hacen exactamente lo que se les pide en el momento oportuno. Romain Duris hizo todos los movimientos que debía hacer, la llevó correctamente, y el bebé respondió. Y lo hicimos todo en una sola toma. Solo una, pero funcionó.
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