Cuida de los minutos y las horas se cuidarán de sí mismas.
Lord Chesterfield
Queridos amigos de Todo Es Cine:
Un placer volver a estar con todos vosotros. Hoy voy a hablaros de la película Abracadabra (2017, Pablo Berger), para darles la enhorabuena por sus ocho nominaciones a los Goya, incluida la de Mejor actriz, Mejor actor y Mejor actor de reparto. Os deseamos suerte.
La historia nos lleva a una casa del extrarradio de Madrid, donde una familia se prepara para ir a una boda. Carmen (Maribel Verdú), es una mujer un poco colorida, con una hija también en el mismo tono; Carlos (Antonio de la Torre), el marido de Carmen, es un hombre que solo quiere escuchar y ver fútbol. Ya en la iglesia, Carlos lleva sus auriculares y, cuando su equipo marca, en medio de la ceremonia pega un grito, haciendo que todos se queden mirando. Pero no es extraño, Carlos es una persona que hace lo que quiere, y que consigue todo mediante gritos y violencia. Aunque la familia y los amigos le conocen, su mujer e hija sufren por esta forma de actuar.
Cuando llega el convite, de nuevo se convierte en el centro de atención. Pepe (José Mota), el primo de Carmen sale haciendo un número de hipnosis, cuando pide un voluntario Carlos se levanta e intenta seguirle el juego para intentar dejarle en ridículo. Pero en todo eso, algo con lo que no contaba sucede, algo queda en su interior. Después de seguir mofándose de todos, en particular de Pepe, Carlos llega a casa. Carmen está muy disgustada por haber vuelto a pasar vergüenza ante tos y a su marido no parece importarle.
Pero la conducta de Carlos cambia, da la sensación de que algo ha cambiado realmente, en ocasiones se vuelve ‘otra persona’, hace cosas que él jamás haría, y eso lleva a Carmen a buscar a su primo para entender qué ha pasado. Juntos van a consultar al maestro de Pepe, el doctor Fumetti (Josep María Pou), un hombre lleno de necesidades que vive miserablemente, y que imparte clases de hipnotismo para poder sobrevivir. Pero Fumetti les da la receta mágica de lo que sucede, alguien se ha metido en el cuerpo de Carlos. Bajo la pantomima de ser un dentista, atiende a Carlos para poder hablar con el ‘okupa’ de su cuerpo. Así les dice quién es y dónde vivió. Buscan su dirección y, en su casa, una prenda que hubiera sido suya para poder sacarlo del cuerpo de su marido. El final, como siempre, es para vosotros.
Cuando se ve esta película, una de las sensaciones que evoca es lo difícil que es poder hablar del abstracto, un sitio en el cerebro donde está el subconsciente. Al ser abstracto, cada uno lo reinterpreta a su modo, como Matrix. En ese limbo están los dos personajes, juntos en la cabeza de Carlos. Y fuera una mujer, una persona que soporta el trato de un hombre violento y que, cuando percibe atisbos de otro ser que convive en ese cuerpo, ve cómo puede bailar, dormir abrazada y cosas que hace tiempo que no tenía. Algo tan nimio pero necesario.
Por eso, como reza la máxima, cuida tus minutos y las horas cuidarán de sí mismas.
¡Feliz 11 aniversario de TodoEsCine!
Desde La Mecedora
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