Título: Perfectos desconocidos
Año: 2017
Duración: 96 minutos.
País: España
Dirección: Álex de la Iglesia
Guion: Álex de la Iglesia, Jorge Guerricaechevarría (basado en el guion de Paolo Genovese, Filippo Bologna, Paolo Costella, Paola Mammini, Rolando Ravello)
Fotografía: Ángel Amorós
Reparto: Belén Rueda, Eduard Fernández, Ernesto Alterio, Juana Acosta, Eduardo Noriega, Dafne Fernández, Pepón Nieto
Productora: Telecinco Cinema, Nadie es Perfecto, Pokeepsie Films, Mediaset España, Movistar+.
Estreno en España: 1 de diciembre de 2017.
Una cena, siete amigos, nada que ocultar. Con esta premisa aparentemente sencilla se estrena la nueva película de Álex de la Iglesia, Perfectos desconocidos, una cinta tensa cuya complejidad lleva a un crescendo emocional que se enhebra con la sutileza de la vida real, sin apenas percibir el territorio minado en el que se está adentrando.
Eva (Belén Rueda) y Alfonso (Eduard Fernández) son un matrimonio envidiable. Ella psicóloga, él cirujano plástico, disfrutan de todas las comodidades imaginables y de una vida confortable. Aunque su relación matrimonial es tirante y su hija adolescente (Beatriz Olivares) está en una etapa difícil, nadie diría que no son una familia ejemplar, algo que ellos procuran demostrar mediante viajes y cenas con amigos.
A una de esas veladas invitan a su círculo más íntimo, acudiendo a la cita otros matrimonios como el de Ana (Juana Acosta) y Antonio (Ernesto Alterio), una pareja que lleva quince años casada y tiene dos hijos. También acuden al encuentro Blanca (Dafne Fernández) y Eduardo (Eduardo Noriega), los más jóvenes del grupo, unos recién casados que no dudan en hacer muestras de su inagotable pasión. Todos esperan expectantes la llegada de Pepe (Pepón Nieto), el último de los amigos que, aunque lidia con una situación laboral difícil, dice haber encontrado el amor tras un divorcio pasado.
Una vez reunidos los siete, las pullas y el tedio se apoderarán del grupo, improvisando un sórdido plan que pueda añadir un toque de diversión a la reunión. Cada uno de los comensales dejará su smartphone sobre la mesa y compartirá con el resto de los invitados el contenido de sus mensajes o llamadas. Algo a priori tan inocente se convertirá en todo un juego de máscaras y traiciones que desembocará en una situación tragicómica bendecida por una omnipotente luna de sangre que promete eclipses y delirios.
Adaptación del éxito Perfetti sconosciuti (2016) de Paolo Genovese, la nueva película de Álex de la Iglesia ofrece, no obstante, una atmósfera y unos usos reconocibles y completamente personales. La angustia vital, los complejos frente al terrible qué dirán o la claustrofobia social son algunos de los puntos que indefectiblemente aparecen en la filmografía del director, y que en este caso vuelven a brillar con luz propia. Sus constantes homenajes a Buñuel (de nuevo El ángel exterminador sobrevuela la cabeza de la trama) incluso una Juana Acosta con faldas y a lo loco convertida en Lola Gaos, rinden homenaje al imaginario propio del bilbaíno, tan implacable como ese retrato femenino suyo tan personal.
Y es que hace años que Álex de la Iglesia se reveló como un gran director de actores, y por ello en Perfectos desconocidos no solo nos reencontramos con algunos de los mejores intérpretes españoles, sino que además descubrimos que su trabajo conjunto les aumenta exponencialmente. Tanto es así que sería imposible entresacar una interpretación de otra, ya que su sintonía conjunta es difícil de superar. El descenso a los infiernos de Acosta, la profundidad de Rueda, el temple de Eduard Fernández, la solidez de Noriega, la soltura de Dafne Fernández, el aplomo de Nieto o la firmeza de Alterio tan solo sirven para entregar al espectador una experiencia tan real y desconcertante como la vida misma. A ello contribuye, cómo no, la destreza de Ángel Amorós, un genio de la fotografía capaz de elaborar un discurso visual siempre impecable, siempre preciso.
En definitiva, una película que invita a la reflexión, que atrapa de manera inclemente y que embriaga al espectador.
Silencien el móvil, borren sus mensajes, quítense los pendientes y salgan de todos los grupos de Whatsapp. Recuerden guardar los secretos donde nadie los pueda encontrar.
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