funeralDirección: Frank Oz.
Países:
Reino Unido y USA.
Año: 2007.
Duración: 90 min.
Género: Comedia dramática.
Interpretación: Ewen Bremmer (Justin), Peter Dinklage (Peter), Matthew Macfadyen (Daniel), Kris Marshall (Troy), Alan Tudyk (Simon), Rupert Graves (Robert), Andy Nyman (Howard), Daisy Donovan (Martha), Jane Asher (Sandra), Peter Vaughan (Alfie), Peter Egan (Victor), Thomas Wheatley (reverendo).
Guión: Dean Craig.
Diseño de producción: Michael Howells.
Vestuario: Natalie Ward.
Estreno en España: 11 Octubre 2007.

Para todos aquellos que se confiesen pesimistas irredentos, hele aquí una buena solución a sus endémicos males: una película de enredo y humor negro que, a lo sumo, les matará de risa. Y es que es Un funeral de muerte una de las mejores comedias, no ya de la cartelera, sino de la temporada. Con un ritmo trepidante y situaciones de delirio, esta película presentada en el Festival de Cine de San Sebastián en Zabaltegui, logra, y de qué manera, entretener de un modo en que hacía tiempo ningún filme conseguía hacerlo. Y todo ello a pesar de tratarse de una cinta poco ambiciosa y de limitado presupuesto, en la que los actores no son, ni mucho menos, estrellas consagradas, y en la que los efectos especiales quedan reducidos –que no es poco- a los conseguidos en el patio de butacas. El secreto del éxito de una comedia, a priori menor, como Un funeral de muerte, se encuentra no sólo en su inmejorable elección de un escenario mítico como los Estudios Earling, legendarios por sus comedias de la década de los cuarenta y cincuenta, sino, en gran medida, en su planteamiento cuasi teatral: una jornada, un problema central, una estancia única, media docena de personajes y una resolución final.

Si bien este bosquejo inicial pudiera responder a la estructura estándar de cualquier tragedia griega, el giro inesperado y genial de este filme reside, precisamente, en alejarse de cualquier convencionalismo y sorprender de tan insólito: un padre muerto que mantenía en secreto una relación homosexual con un hombre de reducidas dimensiones; un bote de tranquilizantes que lleva en su interior un ácido alucinógeno de impredecibles consecuencias; un chantaje emocional sin tregua y cinco hombres desesperados capaces de convertirse en cómplices de asesinato con tal de que el funeral se lleve a término. Firmada por el realizador Frank Oz, conocido por filmes tan renombrados e ingeniosos como In & Out o The Score, y a quien no veíamos tras las cámaras desde la insulsa Las mujeres perfectas (2004), Un funeral de muerte no podrá sino dejarles un buen sabor de boca, propiciado sin duda por la inestimable aportación de un plantel agudo, carismático y auténticamente coral, en el que nada está dejado al azar, y en el que la compenetración es casi perfecta. Encabezada por Matthew Macfayden, a quien recordarán por su papel en Orgullo y Prejuicio, y seguido de una larga hilera de actores desconocidos para el gran público como Rupert Graves, Ewen Bremner, Alan Tudyk o un transformado Cris Marshall –recordado por su papel secundario en Love Actually-, esta comedia negra con subrayado acento british no dará tregua a su respiración. En definitiva, dos horas de desternillante delirio que, cómo mínimo, les asegurará una gran sonrisa.

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