Dirección: Doug Lefler.
Países: Reino Unido, USA y Francia.
Año: 2007.
Duración: 110 min.
Género: Acción, aventuras, bélico.
Interpretación: Colin Firth (Aurelius), Ben Kingsley (Ambrosinus), Aishwarya Rai (Mira), Peter Mullan (Odoacer), Thomas Sangster (Romulus Augustus), Kevin McKidd (Wulfilla), John Hannah (Nestor), Iain Glen (Orestes), Rupert Friend (Demetrius), Nonso Anozie (Batiatus), Owen Teale (Vatrenus).
Guión: Tom Butterworth y Jez Butterworth; a partir de un argumento de Carlo Carlei, Peter Rader y Valerio Massimo Manfredi; basado en la novela «La última legión» de Valerio Massimo Manfredi.
Producción: Martha De Laurentiis, Raffaella De Laurentiis y Tarak Ben Ammar.
Estreno en USA: 17 Agosto 2007.
Estreno en España: 24 Agosto 2007.
Los amantes de aventuras están de enhorabuena, La última legión viene a suplir las carencias de un género que en los últimos tiempos ha ido sumergiéndose en una vorágine de decrepitud y exceso de efectos 3D. Y es que esta versión de la exitosa novela de Valerio Manfredi The Last Legion, ofrece, y con creces, todo aquello que se puede pedir a una película diseñada por y para entretener: luchas, romance, humor y magia, una combinación de elementos de la que no sólo puede resultar alquimia, sino el cine más grato. La historia no puede resultar más atractiva: en la Roma decadente del 476 después de Cristo, el ataque bárbaro comienza a debilitar las fuerzas romanas. Asesinado el césar, sube al trono Rómulo Augusto, un niño de apenas doce años que habrá de ponerse al frente de un imperio endeble y amenazado. Temeroso por su hijo, el padre del emperador decide asignarle a Aurelius (magnífico Colin Firth) la tarea de ser guardia de seguridad de Rómulo. Fiel al juramento de protección, éste habrá de hacer frente a los bárbaros con un ejército esquilmado, compuesto por apenas cinco personas, entre las que destaca la presencia de un soldado oriental quien, avatares del destino –y para placer de Firth- resulta ser una bella mujer llamada Mira, (Aishwarya Rai).
Esta última legión del caduco imperio romano demostrará su sobrada gallardía a los bárbaros, quienes verán con desconcierto cómo aumentan las filas de este pequeño ejército de valientes. No obstante, y como viene siendo común en las películas legendarias, este minúsculo regimiento poseerá un proverbial auxilio, en este caso una espada blandida en denuedo que entronca, ni más ni menos, con las raíces de Escálibur. Todo un desafío para el espectador que, no obstante, no acaba de librarse de la rémora de los anacronismos y la especulación histórica. No en vano, ha de recordarse que el toque épico e incluso mágico de La última legión viene dado no ya de los datos fidedignos recogidos e interpretados con ecuanimidad, sino también –y sobre todo- de la libre interpretación de unos eventos que acontecieron mil quinientos años atrás. Obviando, sin embargo, todos los fallos que el más puntilloso historiador pueda objetar, es La última legión una de las mejores ofertas de ocio que actualmente se encuentra en cartelera, no ya por el imponderable plantel que la compone -desde el oscarizado Ben Kingsley hasta nuestro admirado director de Las hermanas de la Magdalena, Peter Mullan-, sino por su trama, la cual se desarrolla en un in crescendo sostenido e interesante. En definitiva, una película que, como afirma en su propio argumento, te satisfará “hasta el último aliento”.
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