Mi sueño es morir joven
con una edad avanzada
Jeanson

Hoy nos ha dejado Manuel Alexandre, en un día gris, triste; se ha ido una persona maravillosa que nos enseñó muchas cosas. Os voy a hablar de la película que mejor puede definir el día de hoy, y ésa es Elsa y Fred (2005, Marcos Carnevale).

Parece una premonición, pero la película en vez de sugerirnos hablar de muerte, nos habla de vida, mucha vida. La historia transcurre en Madrid centro. Fred (Manuel Alexandre) se queda viudo, y compra una casa cerca del Retiro, donde tiene la suerte de encontrarse con una vecina, Elsa (China Zorrilla), mujer asombrosa, desbordante de vitalidad y optimismo.

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Imagen de «Elsa & Fred» – Copyright © 2005 Tesela y Shazam Producciones. Distribuida en España por Alta Films. Todos los derechos reservados.

Entre los dos empieza a surgir algo. Primero las diferencias de carácter, ya que Fred es hipocondríaco y se llena de pastillas para tapar la soledad de su vida; también tiene una hija que de vez en cuando le viene a ver, como su yerno, quien en él ve el negocio, y también su nieto. Ella, es todo lo contrario; aunque Elsa sea quien realmente está muy enferma, es la que tiene ilusión por vivir. También ella tiene familia, pero vive sola con su fantasía y su perpetua adolescencia. Siempre tuvo la ilusión de ir a Roma, pues en su juventud el parecido con Anita Ekberg en La dolce vita (1959, Federico Fellini) era extraordinario; e intentaba emular la escena de la Fontana di Trevi.

Poco a poco fue calando en el corazón triste de Fred y, con las aventuras que pasan, terminan siendo los dos adolescentes, sin ningún temor a nada. Y consiguen el sueño de Elsa, quien por un momento es Anita, incluso con el gatito piccolo e bianco; no le faltó de nada en la escena.

Termina la historia con la muerte de Elsa, pero Fred aprendió la lección: con su primera mujer se quedó muy triste, pero con “Anita”, se reía aún llevándole flores, pues ahora eran jóvenes, nada más.

Desde aquí te mandamos todo el afecto que supiste trasmitirnos desde siempre, ha sido una noticia que hoy nos ha entristecido, pero como empieza el artículo: supiste vivir joven hasta los 93 años.

Con todo el cariño, desde la mecedora.

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