«Querido y extraño corazón, ¿quién eres?
Necesito saberlo porque te voy a querer toda la vida»
El viaje al amor, Eduardo Punset
Queridos amigos y de Todo Es Cine:
Estamos de enhorabuena, el cine español debe estar orgulloso, pues Álex de la Iglesia ha ganado el León de Plata a la Mejor Dirección por Balada triste de trompeta, así como el premio al Mejor Guión en la 67ª Mostra de Venecia. Desde Todo Es Cine le mandamos nuestras felicitaciones a todo el equipo. Desde luego la carta a los Reyes Magos resultó ser todo un maravilloso presagio.
También, y con todo cariño, enviamos nuestra felicitación por el cumpleaños de Hugh Grant, estupendo actor inglés, del que se podría decir verdaderas maravillas, pues desde que Gonzalo Suárez, gran director español, le descubrió en Remando al viento, interpretando a Lord Byron, ha ido sucediéndose uno tras otro los logros que ha conseguido, como en Cuatro bodas y un funeral o El diario de Bridget Jones. Muchas felicidades, perteneces a una espléndida cosecha pues ya hemos felicitado a Antonio Banderas de la misma edad. Por supuesto, nuestra más sincera enhorabuena igualmente a Penélope Cruz y a Javier Bardem por su próxima paternidad. Os deseamos lo mejor.
Imagen de El diario de Bridget Jones – Copyright © 2001 Studio Canal y Working Title Films. Todos los derechos reservados.
Os voy a hablar, ahora, de unas películas que tiene mucho que ver con el encarecimiento de esta columna; empezaré por Martín H. Dirigida por Adolfo Aristarain en 1998, se trata de la historia de un joven (Juan Diego Botto), cuyos padres se separan, y cuya madre, con la que convive, vuelve a rehacer su vida. Así tendrá nuevos hermanos, una nueva familia, donde él se verá fuera, como si no perteneciera.
Imagen de «Martín H», producida por A.V.H. San Luis, Adolfo Aristarain, Canal+ España. Todos los derechos reservados.
Esto se cuenta a través de personajes maravillosos como Federico Luppi, padre de Hache, que obvia la responsabilidad que supone un hijo, queriéndose sólo a él; su amante (Cecilia Roth), se ve tan fuera de ese mundo como Hache, y juntos, personajes cargados de una gran emoción y de dolor, hacen un trío de esperanza junto al amigo gay de Luppi (Eusebio Poncela). Los personajes con esos increíbles actores hacen una magnífica interpretación; tendrán que pasar cosas tremendas para que el padre se de cuenta de que Hache existe, que vive y que forma parte de su vida.
Imagen de «Tanguy» – Copyright © 2001 Téléma, Les Productions du Champ Porier y TF1 Films Production. Sinopsis: Cinesa. Todos los derechos reservados.
Como contrapartida, y en un lenguaje más optimista, ya que de una comedia se trata, está Tanguy (2001, Tienne Chatiliez). Se trata de la historia de dos padres (Sabine Azéma y André Dussollier), cultos, estupendos, de un buen nivel social y económico, que tratan a su hijo, ya llegando a la treintena (Eric Berger), como lo que seguramente les hubiera gustado a ellos que les tratasen. Tanguy lo tiene todo para él, hasta tal punto que no sabe cómo administrarlo. Aunque es educado, cariñoso y correcto, el problema está en que ahoga a sus padres. En todo esto nos deja momentos asombrosos que hacen que de una sonrisa, te pueda salir una gran carcajada. Tanguy siempre le repite a su madre: “cuando eres madre, es para toda la vida”. Y eso es fantástico, pues es verdad, pero lo de la “administración” también lo es, hay muchos chicos que deben pensar en no sobrecargar a sus padres, pues cada uno tiene el derecho de vivir su vida, todos debemos estar unidos, pero respetando el derecho de cada cual, sin llegar a la patética lucha de Hache por querer hacerse un hueco en un corazón vacío, ni el egoísmo de Tanguy.
Los padres deben estar ahí, como los hijos, sabiéndose queridos y amados para siempre, pero a veces hay que darles un pequeñito empujón para que hagan su nido y sigan haciendo lo que quieren y deben hacer, ser maduros y responsables, no importa que estén lejos ni cerca, pues el amor debe ser el resorte que te hace sentirte siempre amado, querido y respetado, y no sentirte nunca solo.
Claro que necesitas saber de ese corazón, pues lo querrás toda la vida. A nuestros hijos, la parte más maravillosa de nuestro ser.
Con cariño, desde la Mecedora.
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