Mientras el león adule a la oveja,
ésta no dejará de seguirle
William Shakespeare
Queridos amigos y amigas de Todo es cine:
Es un honor volver a ponerme en contacto con todos vosotros. Empezamos un nuevo mes, marzo, y en él dedicamos uno de sus días a la mujer trabajadora; desde estas páginas nosotros nos hacemos eco y ponemos nuestro granito de arena. Para festejarlo, os recomiendo dos películas españolas: Calle Mayor y La tía Tula.
La tía Tula está dirigida por Miguel Picazo en 1964, y está basada en la novela homónima de Miguel de Unamuno. Se trata de una España no muy lejana en el tiempo, pero que chocará a las nuevas generaciones por los roles y la historia, la cual nos relata la aventura de Tula (Aurora Bautista), una mujer joven pero mayor para el canon de su época, quien ya era llamada “solterona” y cuya hermana casada y con dos hijos, fallece. Como era lógico en su momento, Tula se queda al cuidado de sus sobrinos y de su cuñado, los trae a vivir con ella y hace las veces de su madre, se entrega tanto que su cuñado pretende tener relaciones matrimoniales con ella, quien sin embargo guarda luto aunque tenga presente el quedarse en ese puesto, salvo porque la vida tenía planeada otra gran sorpresa para ella…
Calle Mayor (1956, Juan Antonio Bardem), nos relata la historia de otra mujer parecida a la anterior (Betsy Blair), una mujer que pasea por la Calle Mayor de una España de la época, como si de un escaparate se tratase. Domingo tras domingo ella pasea para que la vieran y para que alguien se casara con ella; el tiempo pasaba y la risotada de los hombres que la veían desembocó en una apuesta con un galán (José Suárez) para ver lo ridícula que quedaba ante la broma la solterona.
Imagen de La tía Tula. Eco-Surco. Distribuida por Tribanda. Todos los derechos reservados
Parece que me estoy cebando con la palabra y con los personajes, y nada más lejos de mi pensamiento; siento realmente pena, pero en el sentido de un terrible respeto por mujeres tan valientes como la tía Tula de Unamuno, quien con su destreza definió ciertas irregularidades sociales como nadie. Queremos ser tan “modernos” hoy, tan independientes, y hace dos días todo eso formaba parte de nuestra cultura. Por muchos años eso era lo que vivieron muchas generaciones que pudieron llegar a nuestras madres o abuelas. El mundo no era fácil y la vida tampoco, la mofa y la burla de ignorantes de ambos sexos, unos por bárbaros y otras por no querer ser ellas el objeto de la mofa, hicieron que ninguno dijera hasta aquí… Me gusta ver que nuestras hijas van un paso por delante, que nosotros intentamos cambiar ciertas formas de vida, pero nos falta mucho, si no por qué tenemos un día de la mujer trabajadora, trabajadora lo ha sido siempre, y luchadora más. Pero nos falta mucho por caminar, la vida no es fácil para nadie y menos ahora con la que está cayendo, pero no nos callemos, la Calle Mayor se cerró por vacaciones, las chicas deben aprender a no ser de escaparate. El amor está tan unido al respeto que sin éste, no hay nada. Espero que lo hagamos mejor, pero siempre un recuerdo muy grande a esas mujeres tan valientes.
Con todo el cariño, desde la Mecedora: Feliz mes de marzo.
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