Amistades que son ciertas nadie las puede turbar
Miguel de Cervantes
Queridos amigos de Todos al cine:
Un placer volver a estar con todos vosotros para que juntos podamos recordar a un gran actor, Fernando Guillén, que nos ha dejado el pasado 17 de enero de 2013.
Imagen de Mujeres al borde de un ataque de nervios (1989), producida por El Deseo. Todos los derechos reservados. |
Para ello hemos escogido una película que hace años me demostró la versatilidad infinita de Fernando Guillén, un actor que me tenía acostumbrada a su presencia regia, de una voz sonora y amable, y al que solía ver en muchas obras de teatro y en Estudio 1. Cuando llegó a Mujeres al borde de un ataque de nervios (1989, Pedro Almodóvar), me di cuenta de una capacidad de Guillén, el protagonista de Don Juan Tenorio, porque aunque el personaje estuviera dentro de todo lo anteriormente dicho, y pese a que no hacía nada fuera de aquello a lo que nos tenía acostumbrados, me impactó su capacidad para la comedia igual que para el drama. Es una película agradable, un poco surrealista, pero he aquí los personajes: un joven Antonio Banderas, una Carmen Maura enfadada con ella misma y con la vida, que están rodeados de otros grandes como Chus Lampreave o Fernando Guillén. Todos ellos forman parte de una película que podía ser perfectamente una obra de teatro. Pepa (Carmen Maura) es una mujer liberal de los ochenta, que mantiene relaciones con Iván (Fernando Guillén); pero éste la deja por la abogada de Pepa (Kiti Manver). En un ático, junto con sus amigos, Carmen pasará un día horrible en busca de Iván. Incluso la mujer de éste, Lucía (Julieta Serrano), ingresada en un centro psiquiátrico, complicará la vida a Pepa y completará esta comedia de enredo.
Es estupendo ver la trayectoria de un caballero de la escena, de un actor versátil que envolvía con su saber estar en el escenario, esa voz inconfundible. Nos ha dejado muchas obras para seguir disfrutando de su arte; nos deja una familia que sigue los pasos de una saga maravillosa. Y deja muchos amigos.
Desde aquí un maravilloso aplauso, pues aunque se baje el telón, los aplausos seguirán.
Con todo el cariño, desde Todo es cine.
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