Título original: La boda de Rosa. Año: 2020. Duración: 100 minutos. País: España Dirección: Icíar Bollaín. Guion: Icíar Bollaín y Alicia Luna. Música: Vanessa Garde. Fotografía: Sergi Gallardo, Beatriz Sastre. Intérpretes: Candela Peña, Sergi López, Nathalie Poza, Paula Usero, Ramón Barea, Xavo Giménez, María Maroto, Eric Francés, Lucín Poveda, María José Hipólito. Producción: Tandem Films, Turanga Films, Setembro Cine, Televisión Española, Movistar+. Género: Comedia.
Sabed que, cuando uno es amigo de sí mismo, lo es también de todo el mundo.
Juan Luis Vives
Queridos amigos de Todo Es Cine:
Un placer volver a estar con todos vosotros. Empezamos mes y año y, con ellos, una nueva reflexión sobre el esperado estreno de Icíar Bollaín, La boda de Rosa, ganadora del Premio Especial del Jurado en el Festival de Málaga y nominada a los Premios Forqué y a los Feroz. La película nos lleva a la vida de Rosa, una mujer de cuarenta y cinco años, llena de todo lo que se le puede cargar a una persona. Ella es directora de vestuario en un rodaje en el que todos dependen de ella, de la ropa que cose y del modo en que lo deja todo preparado.
Es madre de Lidia (Paula Usero), una joven que tiene dos bebés gemelos que la tienen agotada. También tiene un padre absorbente (Ramón Barea), que enviudó hace dos años y que en el duelo reclama a su hija Rosa, aunque también tenga a Armando (Sergi López) y a Violeta (Nathalie Poza).
Armando es un empresario que, aunque trabaja mucho, no recibe la recompensa qaue espera, y entiende que agrandando más su negocio tendrá más dinero, aunque para eso necesite vender la tienda de su madre en Benicásim, lugar donde se criaron.
A Armando no le importa dedicarle todo el tiempo a su trabajo, pues ya está Rosa para cuidar y dar la cena a sus dos sobrinos. Su otra hermana, Violeta, trabaja como intérprete, pero ha perdido el trabajo a causa de su problema con el alcohol.
Con este panorama, rosa pasa la vida trabajando, con su rostro de mujer joven mostrando las huellas del agobio y de la infelicidad. Intenta sobrevivir y estar atenta a las necesidades ajenas, sin darse cuenta de que le falta alguien, ella.
Su padre aparece en su piso, quiere vivir con ella. Rosa hace un viaje a su pueblo, va directa al mar como si de un lavado se tratase, y sale caminando hacia la tienda de su madre. Abre las contraventanas y limpia todo aquello. El recuerdo brota de su memoria, el de una infancia alrededor de su madre, de verla a la máquina de coser, con los cajones de botones, con los accesorios que ahora ella también utiliza. Ve el traje de novia y surge la idea de su vida: Rosa se va a casar.
Lo primero que desea es hacerse cargo de la tienda y volver a darle vida, luego casarse en esa cala al lado del mar. Un precioso dedal de su madre lo convierte en un maravilloso anillo de boda. Pero tiene cosas que debe cambiar. Invita a sus allegados: hermanos, padre, hija y novio. Sí, pues esta es una boda singular, aunque tiene novio, no hay novio. Y la aventura queda para vosotros.
La película es una gran reflexión sobre la vida. Ahora que comienza un nuevo año lleno de esperanza, en el que se deja atrás todos los sinsabores de 2020, parece la más indicada para volver a empezar, para pedir un poco de paz y de amor; no el amor externo que tanto nos gusta, sino el amor a uno mismo, sin llegar a ser narcisista.
Rosa se casa con ella, bajo los votos de amor, de respeto, de no olvidarse de sí misma, de estar con ella hasta el final de sus días. Porque, como dice la máxima, cuando uno es amigo de uno mismo, lo es también de todo el mundo.
Con todo el cariño, feliz enero y feliz 2021 para todos desde La Mecedora.
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