Título: Campeones
Dirección: Javier Fesser
Guion: David Marqués, Javier Fesser
Reparto: Javier Gutiérrez, Juan Margallo, Luisa Gavasa, Jesús Vidal, Daniel Freire, Athenea Mata, Roberto Chinchilla, Alberto Nieto Ferrández, Gloria Ramos, Itziar Castro
Música: Rafael Arnau
Fotografía: Chechu Graf
Año: 2018
Duración: 124 minutos.
País: España
Productora: Morena Films, Movistar+, Películas Pendleton.
Género: Comedia dramática.
Estreno en España: 6 de abril de 2018.
Callando es como se aprende a oír; oyendo es como se aprende a hablar, y luego, hablando se aprende a callar.
Diógenes
Queridos amigos de Todo Es Cine:
Un placer volver a estar con todos vosotros. Hoy os voy a hablar de una película que ya ha hecho pensar a disfrutar a más de un millón de espectadores. Se trata de Campeones, de Javier Fesser. La historia nos lleva a la ciudad de Madrid, donde un guarda de control de estacionamiento está multando a Marco (Javier Gutiérrez), por no pagar la zona aparcamiento. Cuando Marco aparece, malhumorado, no solo se enfada, sino que tira la multa e insulta al agente.
Más adelante, va por la carretera con la misma actitud. Un problema personal está traspasando todos los ámbitos de su vida, y ese malestar le acompaña a donde va, así que en el trabajo no podría ser menos. Es segundo entrenador de un prestigioso equipo de baloncesto, y pone en tela de juicio todo cuanto el primer entrenador indica a los jugadores. Eso hace que en medio del juego se enzarce en una pelea y acabe, como todo hoy en día, en los medios y en las redes sociales.
Pero su día no termina así. El enfado le hace salir del campo de juego entre pitidos, lo que le lleva otra vez al coche y de allí a un bar en el que conversar con un ‘amigo’ sobre su matrimonio, epicentro de su problema. Al volver al coche la policía le para y comienza su aventura. Acaba el día en una celda, a la que sigue un juicio rápido, donde la jueza le impone una condena de cárcel, o trabajos para la comunidad. Aunque Marco no quiere, termina entrenando a un equipo de baloncesto integrado por chicos con minusvalía psíquica. Sin trabajo y de nuevo viviendo con su madre (Luisa Gavasa), Marco se ve abocado a realizar durante tres meses el trabajo que le han impuesto.
Cuando ve las instalaciones del equipo, inmediatamente piensa cómo un hombre de su categoría puede estar allí; Julio, el encargado (Juan Margallo), le enseña con mucho cariño todo aquello por lo que está agradecido, ese pabellón ruinoso y esa equipación escasa. Le alegra que la jueza haya traído a Marco a su equipo, su querido equipo, ya que por falta de entrenador no pudieron presentarse al campeonato estatal, pero ahora ya tienen uno y él les ayudará a salir adelante.
Cuando Marco ve al equipo, no entenderá cómo ha llegado hasta allí. Les mira e intenta entrenarles, pero cada uno tiene un problema distinto, que es lo que deriva en una total falta de coordinación que acaba sacando de sus casillas a Marco.
Pero poco a poco Marco, quien a su vez venía de una infancia en la que su padre les abandonó a su madre y a él, cuando apenas tenía nueve años; y cuya vida personal está marcada por una mujer que le adora, pero con quien se niega a convertirse en padre. Así que allí, en aquella cancha sucia donde los problemas de cada uno se juntan, paso a paso, escuchando las palabras sabias de Julio, que es quien les conoce de siempre y sabe lo mucho que a esos muchachos les cuesta la vida, Marco empieza a entender qué es lo que necesita. Por eso se pone manos a la obra y, a pesar de todo el caos del principio, las cosas van cambiando. Y eso os lo dejo a vosotros.
Campeones es una gran película, realizada con gran atino por Javier Fesser, y por la que debería felicitarse tanto a los guionistas (David Marqués y el propio Fesser), como a su equipo artístico. Es un viaje hacia el conocimiento, es una película para aprender. Como Marco se descubre el valor de lo que realmente lo tiene, sin ñoñerías; real y con golpes de humor propios de Fesser. Es imposible visionarla sin reflexionar sobre la vida, esa que nos parece tan difícil, tan rápida, tan horrible; y de repente, como el principio de parsimonia o de “Navaja de Ockham”, todo se reduce a la opción más simple.Esto es exactamente lo que ocurre en la película y en la vida. A veces tanta complejidad, tanto dar valor a lo que no lo tiene, nos hace olvidar la importancia de lo más simple, lo que nos hace realmente felices.
Por eso, callando es como se aprende a oír, oyendo es como se aprende a hablar y, luego, hablando se aprende a callar.
Con todo el cariño, desde la Mecedora.
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