Nunca se debe de gatear cuando se tiene el impulso de volar.
Helen Keller
Queridos amigos de Todo Es Cine:
Un placer volver a estar con todos vosotros. Hoy voy a hablaros de una película que, a pesar de los años, siegue siendo una de las más vistas y admiradas, se trata de Pretty Woman (1990, Garry Marshall). La historia nos lleva a Los Ángeles. Allí vive Vivian Ward (Julia Roberts), una chica que se dedica a la prostitución, quien una noche se encuentra con Edward Lewis (Richard Gere), un hombre de negocios que lleva un coche de alta gama, a pesar de que no sabe conducir con velocidades. Así aparece en la calle en la que está Vivian, a quien ofrece estar con él mientras cierra un negocio en la ciudad. La lleva a su hotel y ella acepta quedarse con Edward encantada. Poco a poco, Vivian va cambiando, tanto en su aspecto, como en sus toscos ademanes y en su forma de ver la vida. Incluso una ópera de Verdi, La Traviata, hace que Vivian se sienta viva. Bueno, el final es para vosotros.
Esta historia, cada vez que se vuelve a reponer en televisión, es una de las que mayor índice de audiencia consigue, y una de las que más gustan. Siempre me he preguntado por qué. Viéndolo con perspectiva, me he dado cuenta de que Edward es un hombre que, en todo momento, trata de entenderse y de entender; que no hace bien las cosas, que no es mejor que Vivian, que él también vende y se vende al mejor postor. Vivian también se da cuenta de que no está muerto por dentro, que ese “empleo” no la convierte en lo que sus clientes le llaman, le insultan y vejan. Los dos vuelven a sentir un hogar, aunque sea un hotel; vuelven a sentir el amor. Y con una película que es de los 90, con una buena banda sonora, y un cuento de princesas y príncipes, nos vuelve a conquistar. No hay buenos ni malos, hay personas que necesitan unos de otros, y que se pueden hacer mejores. Ni todo el dinero compra estar a gusto con una persona.
Por eso creo que la historia de Vivian y Edward tendrá para siempre una buena lectura, la de algo que se puede cambiar y mejorar. Ese es su secreto. Saber que el cuento finaliza no cuando él la rescata bajo el embrujo de “Amami, Alfredo”, sino cuando ella le rescata a él.
Que todos tengamos la oportunidad de poder volar, aunque sea desde nuestro maravilloso y emocionante cine.
Con todo el cariño, feliz año 2016 para todos.
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