Título original: Vasil. Año: 2022. Duración: 93 minutos. País: España. Dirección y guion: Avelina Prat. Música: Vincent Barrière. Fotografía: Santiago Racaj. Reparto: Ivan Barnev, Karra Elejalde, Alexandra Jiménez, Sue Flack, Susi Sánchez. Producción: España-Bulgaria; Distinto Films, Activist38, RTVE, TV3. Género: comedia dramática. Estreno en España: 4 de noviembre de 2022.
La comedia adolecía, hace años, de una incomprensible premura, de ese ritmo acelerado que apuraba el corazón y que apenas permitía espacio para la reflexión. Por fortuna, esa tendencia parece estar cambiando y algunos autores, como Avelina Prat, brindan la posibilidad de disfrutar de un fragmento de realidad sin mayor (ni menor) pretensión que ser parte de la vida misma. No es una empresa sencilla, sobre todo con un público acostumbrado al vértigo y al aspaviento, pero sabe Prat que es cuestión de educar la mirada.
Alfredo (Karra Elejalde) es un arquitecto jubilado, tan rectilíneo como sus planos y de una misantropía casi neurótica. Las cosas son como él dice, deja poco espacio para el dinamismo y la improvisación. Esto lo sabe su hija Luisa (Alexandra Jiménez), una profesora universitaria siempre enfrascada en sus libros y traducciones, quien conoce la limitada capacidad de su padre para el entendimiento.
Sin embargo, todo en la rutina de Alfredo cambia cuando Vasil (Ivan Barnev) irrumpe en su vida. Vasil es un prodigio del ajedrez que ha huido de Bulgaria, su tierra natal, y aparece en España sin más pertenencia que una mochila que acomoda en el banco de un parque.
Por intercesión de Maureen (Sue Flack), amiga íntima de Alfredo, Vasil se alojará en el sofá de casa de Alfredo, iniciando una relación parca y hasta minimalista con el arquitecto. Amantes del ajedrez, poco a poco irán entablando amistad (sin palabras, sin conversaciones, sin apenas interacción) para sorpresa de Luisa, quien ahondará en la cultura búlgara para entender el milagro que se está obrando en la vida de su padre.
Introducido en un club de bridge con su compañera Carmen (Susi Sánchez), Vasil irá conformando una red de amistad y de energía renovadora en todos quienes se le acercan, consiguiendo que su mundo se enriquezca y sea menos huraño.
Deliciosa película de Avelina Prat, su origen arquitectónico se percibe en la construcción de los planos, tan sólidos y efectivos que, pese a su aparente sencillez, transmiten la generalidad de las emociones de la película.
Los diálogos, auténtico eje de la cinta, conducen a Alfredo hacia una paulatina apertura, en un viaje hacia el interior que cobra mayor profundidad de la que aparenta, con un trasfondo insondable de miedo, tristeza, insatisfacción y soledad.
La belleza de su planteamiento, de su desarrollo y, sobre todo, de su argumento se ve amplificada por la excelente interpretación de Ejalde y Barnev, un tándem conmovedor.
En resumidas cuentas, Vasil es una película necesaria, que debía hacerse y que por fin se ha hecho.
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