Título original: Normandie nue
País: Francia
Dirección: Philippe Le Guay
Guion: Olivier Dazat, Philippe Le Guay.
Reparto: François Cluzet, Toby Jones, Vincent Regan, Arthur Dupont, Colin Bates, François-Xavier Demaison, Grégory Gadebois
Música: Bruno Coulais
Fotografía: Jean-Claude Larrieu
Productora: Les Films des Tournelles
Año: 2018
Duración: 105 minutos
Género: Comedia
Distribución: Vértice Cine.
Estreno en España: 8 de junio de 2018.
Como antes hicieran Pater Cattaneo o Nigel Cole, Philippe Le Guay se suma a los cineastas que, tomando como base la comedia costumbrista, son capaces de enhebrar un relato, en ocasiones destemplado, de crítica social. Pero en este caso, al contrario que en Full Monty (1997) o en Las chicas del calendario (2003), la comedia de Le Guay vira hacia un costumbrismo arraigado en el nuevo milenio y marcado profundamente por la crisis económica y sus interminables efectos. Mêle-sur-Sarthe es una pequeña localidad situada en Normandía. De población eminentemente ganadera, la vida de toda la ciudadanía gira en torno a los productos cárnicos y lácteos. Su alcalde, Georges Balbuzard (François Cluzet), ha sido edil durante quince años por su compromiso con el pueblo, sin embargo, ahora se enfrenta al peor trance de las últimas décadas, con los precios en descenso vertiginoso y unos vecinos ahogados por las pérdidas y las deudas. La única vía para salir del caos es llamar la atención.
Un día, frenado por barricadas y piquetes, un prestigioso fotógrafo norteamericano, Newman (Toby Jones), hace parada en Mêle-sur-Sarthe, descubriendo en su paisaje el entorno apropiado para su próxima obra de arte. El extravagante artista, una suerte de Spencer Tunick con aspecto de Truman Capote, presenta entonces al alcalde una suculenta proposición: todo el pueblo deberá posar desnudo frente a su cámara en el idílico terreno Champ Chollet. Considerado providencial por Balbuzard, será tarea del edil convencer a sus convecinos de la necesidad de desnudarse por la causa, encontrando a su paso mayor incomprensión e insolidaridad de la que había supuesto.
Interesante propuesta de Le Guay, en la que cobra especial importancia la fotografía en todos los sentidos, tanto como un marco metalingüístico como en su propia concepción artística. De este modo, en la cinta destaca sobremanera la belleza de la imagen, una imagen a cargo del gran Jean-Claude Larrieu (La librería, Julieta) que convierte el paisaje rural en una auténtica pieza asimilable al arte de Jean-Francois Millet.
Pero por supuesto, Normandía al desnudo no sería nada sin su elenco, un reparto encabezado por el propio Cluzet que da una dimensión amable a esta historia en ocasiones pesimista y circunspecta. Los rostros de estos hombres y mujeres son capaces de mostrar con cierta dosis de humor la crudeza de una vida de carencias y necesidad. El protagonismo coral, que acapara el metraje de manera un tanto desordenada, nos acerca y aleja de la vida de todos los ciudadanos, un elemento que, en ocasiones, obliga a prestar atención a demasiadas subtramas.
No obstante, la mirada de Arthur DuPont, el gracejo de Julie-Anne Roth, la expresión de François-Xavier Demaison o los devaneos de Daphné Dumons son suficientes para adentrarse en esta película de historias mínimas que, entrecruzadas, configuran una propuesta diferente y atractiva.
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