El (generalmente) caluroso agosto es el mes viajero por excelencia. La eterna pregunta ¿playa o montaña? martillea nuestra cabeza, siendo, tal vez, los más sabios aquellos que optan por regresar al pueblo de su niñez y abandonar esas supuestas idílicas vacaciones donde en la vida real terminas pegándote con la sombrilla o despeñándote por el barranco con el kit antimosquitos en las manos. Pero si hay alguien que sabe cómo pasar unas buenas vacaciones en lugares paradisíacos con grandes dosis de aventura aderezada con un bonito romance pasajero es Indiana Jones. En 1981 Steven Spielberg lo embarcó en su primer viaje heroico, de los cinco que se firmaron inicialmente pese a terminar siendo tres, nacía Indiana Jones en busca del Arca Perdida. En su primera aventura buscará El Arca de la Alianza, donde se guardaban los Diez Mandamientos, poniendo su vida en peligro por salvar de las manos de los nazis una reliquia arqueológica que debería estar en un museo. Algo que en sus historias tratará de realizar, proteger y salvar valiosos objetos será su misión, para poder preservarlos y conservarlos.
Imagen de En busca del arca perdida © 1981 Paramount Pictures y Lucasfilm. Todos los derechos reservados.
No son personas, como otros tipos de aventureros o de guiones del género en lo que se centrará su búsqueda, incluso cuando el viaje se inicie como una misión de rescate de una persona, por ejemplo su padre en la tercera película, el objetivo central será el objeto en cuestión, no las personas que se crucen en su camino y a las que, como buen héroe benefactor, salvará. Indy es un arqueólogo, un profesor de universidad, amante de su profesión, y como tal, protegerá y salvará lo que ama, aunque en su caso sean reliquias ¿pero quién cree que el patrimonio artístico e histórico no es importante y que no merece un gran héroe que lo cuide y vele por él? Así todo tesoro que caiga en sus manos o se convierta en objetivo de su búsqueda siempre será protegido. Henry Jones es un héroe ya forjado, desconocemos por qué es como es y qué lo ha llevado a esa situación. Hasta la tercera entrega de la saga Indiana Jones y la Última Cruzada (1989) no será revelada la causa de su nombre, cómo se hizo su cicatriz o adquirió la afición a las antigüedades y su inconfundible silueta con la que inicia sus apariciones, con su sombrero, su cazadora de cuero y el látigo, que tan bien lo definen.
Imagen de En busca del arca perdida © 1981 Paramount Pictures y Lucasfilm. Todos los derechos reservados.
Será entonces en la cinta de 1989, cuando un joven Indy, interpretado por el que fue una promesa del cine, el prematuramente fallecido River Phoenix, el cual nos introduce durante los primeros minutos la explicación y evolución a todos los porqués del hasta entonces un héroe ya evolucionado. Pasando a mostrar la forja heroica en la última película de la que hasta en ese momento parecía ser, finalmente, una trilogía. Algo que habría sido un final perfecto para un héroe que se convierte en inmortal al beber del Santo Grial. Sin embargo, los rumores de otra entrega se hicieron realidad en 2008 con Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, en ella el maduro Doctor tendrá una doble búsqueda, el habitual objeto pero a diferencia de En busca del arca perdida, también será una aventura de rescate, de Marion, su primera y más autosuficiente partenaire.
Cerrando completamente su evolución tanto pasada como futura, es esta película la más floja de todas, al menos hasta el momento, pues de nuevo los rumores barajan la posibilidad de volver a ver a Henry Jones blandiendo el látigo para hacer frente e a todo tipo de peligros y viajando a lugares exóticos y a temporales con tal de salvar y proteger el tesoro que busca.
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