Alegría y amor son las alas para las grandes personas.
Johann Wolfgang von Goethe
Queridos amigos de Todo Es Cine:
Un placer volver a estar con todos vosotros. Este mes lleno de eventos importantes, nos vamos a quedar con el homenaje a la mujer, para hablar de dos películas Disney que han cambiado radicalmente la concepción que, hasta ahora, nos habían enseñado. Se trata de Maléfica y de Frozen.
Imagen de Maléfica (Maleficent), película distribuida en España por The Walt Disney Company Spain © 2014 Walt Disney Pictures. Todos los derechos reservados.
La primera historia, Maléfica (2014, Robert Stromberg), nos lleva a un cuento en el que existen dos países enfrentados desde hace mucho tiempo. Ninguno encuentra nada en común entre sus habitantes, por un lado, un reinado de seres humanos; al otro, un país donde habitaban seres extraños como hadas y duende. Allí se criaba Maléfica, una niña que con sus enormes alas cruzaba aquel vergel, donde cuidaba y amaba a todas sus criaturas. Allí llega un niño llamado Stefan, quien robó una gema, y Maléfica fue a mediar para que saliese airoso del acontecimiento. Y se hicieron amigos. Él llevaba un anillo de hierro, y se dio cuenta de que era la criptonita de Maléfica, ya que le producía quemaduras, y así lo tiró para poder estar a su lado. Crecieron y se hicieron adultos, él le prometió amor eterno en un beso, pero la avaricia lo truncó. Cuando el rey humano quiso destruir el mundo mágico, fue herido y prometió su reino y la mano de su hija, a quien pusiera fin a su enemiga. Y Stefan no se lo pensó, aprovechó la amistad para cortarle las alas a su amiga, y se las llevó al rey. Aquí empieza la historia. La hija del nuevo rey Stefan, Aurora (Elle Fanning), quedará marcada el día de su presentación por una maldición de Maléfica.
Imagen de Maléfica (Maleficent), película distribuida en España por The Walt Disney Company Spain © 2014 Walt Disney Pictures. Todos los derechos reservados.
Frozen (2013, Chris Buck y Jennifer Lee), es una película animada que ha tenido mucho éxito, y que encanta a todos los niños. La historia nos lleva a un palacio donde el rey y la reina tienen dos hijas, Anna y Elsa. Las niñas se quieren mucho, pero Elsa tiene un poder, sus manos pueden congelar. Anna aprovecha este don para jugar con su hermana, quien le hace juegos con el hielo hasta que un día le hace daño.
Imagen de Frozen: El Reino del Hielo, película distribuida en España por The Walt Disney Company Spain © 2013 Walt Disney Pictures y Walt Disney Animation Studios. Todos los derechos reservados.
Pronto llevan a Anna a los trolls, quienes dicen que al ser un golpe en la cabeza, se puede arreglar; pero advierten de que como vuelva a tener un golpe semejante, esta vez en el corazón, la niña morirá. Los padres deciden entonces ponerle arreglo, y no dejan que las niñas vuelvan a estar juntas; Elsa no puede entender que alguien piense que puede hacer daño a su hermana, pero aún así, acata la separación. Hay un chico en medio, amigo de Anna, que la ayudará a poder acercarse a su querida Elsa, la hermana a la que tanto echa de menos después de años sin verla. Nadie excepto sus padres sabe del poder que guarda la joven. Otra persona aparecerá en la vida de Elsa, convertida ahora en reina, a quien ella dé todo el poder creyendo que él la ayudará. La tensión de las dos películas queda para vosotros, quienes debéis ver el final.
Imagen de Frozen: El Reino del Hielo, película distribuida en España por The Walt Disney Company Spain © 2013 Walt Disney Pictures y Walt Disney Animation Studios. Todos los derechos reservados.
Cuando se ven ambas películas, surge el nexo que tienen en común, además de ser Disney y ser cuentos con malos y buenos. Es algo muy importante. Las dos historias nos cuentan la vida de mujeres con fuerza, mujeres autosuficientes, y un poco más allá, nos cuentan historias de amor. La eterna expresión de “y fueron felices y comieron perdices” era la máxima más escuchada y con mayor calado en nuestra mente. Pero estas dos películas nos cuentan otro amor; los besos de amor verdadero, es el amor de mujeres, de hermanas, de amigas, de madrinas. No nos han enseñado mucho de amor, pero éste es un amor de verdad, muy importante en la vida de todos, en especial de esas niñas. Siempre presentaban al príncipe azul, pero a veces ese príncipe ni lo es, ni tampoco es azul. Pero hay una cosa clara, el amor de una amiga, de una hermana, de una madre, es para toda la vida. Alegría y amor son alas para las grandes personas.
Desde la Mecedora, con todo el cariño.
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