El mar, lugar arquetipo cinematográfico, de imagen poética tipificada. Entre las diversas iconografías que representa, la libertad es una de ellas. Así lo mostró  en 2016 Jaume Collet Serra en Infierno azul. La obra nos presenta a Nancy (Blake Lively) una joven a punto de terminar sus estudios de medicina que huye sola  a una paradisíaca y oculta playa del Caribe, de la cual su recién fallecida madre le habló en multitud de ocasiones.

 

Pero el paraíso, como nos indica el título, puede tornar en un infierno, pues la iconografía de perfecta libertad, de soledad y aguas cristalinas, con puestas de sol inolvidables, muta cuando bajo el agua se oculta el peligro y sobre el agua y a toda velocidad asoma esa temida aleta triangular de un gran tiburón. Bien nos adiestró Spielberg a temerlo en los ’70 (Tiburón, 1975), creando un nuevo representante del género de terror de “asesino en serie”.

Imagen de ‘Infierno azul’ © 2016 Columbia Pictures, Weimaraner Republic Pictures, Ombra Films. Distribuida por Columbia. Todos los derechos reservados.

Además, sus aguas en calma, se vuelven peligrosas y turbulentas cuando tras la calma, acecha la tormenta y el frío de la noche, cambiando esa libertad por un símbolo de muerte, ya que el mar entraña sus peligros, y con el dramatismo que le añade el temporal, su imaginería varía notablemente. Inolvidable fue esa discutida tabla de salvamento  que Jack cede a su amada, Rose, sacrificando con ello su propia vida (Titanic, Dir. James Cameron, 1997).

Imagen de ‘Infierno azul’ © 2016 Columbia Pictures, Weimaraner Republic Pictures, Ombra Films. Distribuida por Columbia. Todos los derechos reservados.

Esa drástica transformación del mar es la que le sucede a nuestra heroína, que pasa de surfear en el paraíso a una lucha a muerte contra un tiburón psicópata. No obstante, la habitual iconografía de joven rubia desvalida que es perseguida por el asesino, varía. Ahora, la protagonista ya no es una mujer incapaz de salvarse a sí misma, necesitada de la presencia de un rol heroico masculino que se enfrente al asesino.

Nancy no sólo huye, ella es capaz de curarse y luchar a muerte contra el gran depredador, no se nos presenta victimizada sino como guerrera. El asesino, el tiburón, ha dado caza a todos los hombres, ahora es la mujer quien es capaz de matar a sus propios monstruos. La localización se centra en una pequeña roca a la cual se aferra. La tensión se mantiene gracias a la subida de la marea cambiando la situación a una boya. Pudiera parecer que los lugares son escasos y diminutos para lograr mantener la atención del espectador sin embargo, Collet Serra mantiene el ritmo creando contrarrelojes y persecuciones, que hacen una película ágil y con múltiples sobresaltos.

 

Imagen de ‘Infierno azul’ © 2016 Columbia Pictures, Weimaraner Republic Pictures, Ombra Films. Distribuida por Columbia. Todos los derechos reservados.

La heroína, Nancy, planta cara a los numerosos obstáculos que debe superar. Físicamente está malherida, es gracias a sus conocimientos e ingenio por lo que consigue no desangrarse, siendo esa misma inteligencia y valor lo que la lleva a luchar por su vida, enfrentándose al tiburón.

Las nuevas tecnologías están presentes no sólo en el argumento, también en lo técnico; la protagonista hace uso de una cámara go-pro para dejar un mensaje póstumo, la nueva versión de un mensaje en una botella. Al realizar este acto y ser la grabación encontrada por un niño, el cual la visiona, con dicha acción, la obra se mezcla con el género found-footage  (metraje encontrado).

Collet-Serra además, utiliza drones para la realización  de tomas cenitales muy efectivas a la hora de crear ese anhelo de escapismo, de viajes de ensueño a lugares recónditos. El móvil, presente en un inicio (sus mensajes y vídeos), se inserta en los planos dando la explicación al pasado familiar de la protagonista, el motivo por el cual necesita evadirse, escapar exactamente a esa playa.

Imagen de ‘Infierno azul’ © 2016 Columbia Pictures, Weimaraner Republic Pictures, Ombra Films. Distribuida por Columbia. Todos los derechos reservados.

La pugna por la vida será el camino heroico que Nancy deberá recorrer para evolucionar. No sólo luchará por su vida sino también por la de una gaviota herida que le hará compañía en el “viaje”. La salvación del ave, símbolo de la libertad, le dará la fuerza y coraje necesario para no rendirse y seguir hasta el final.

2 comentarios

  1. Eduardo 6 julio, 2020 at 2:33 pm

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    María González, espectacular manera de informar al espectador acerca de anécdotas, dirección…etc. Ameno y objetivo. Felicidades por tomarte tan en serio tu trabajo, lo bordas.

  2. Eduardo 6 julio, 2020 at 2:34 pm

    Responder

    Sigue así

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