Cualquier cosa en la vida que valga la pena tener, vale la pena trabajar para conseguirla.
Andre Carnegie
Queridos amigos de Todo Es Cine:
Un placer volver a estar con todos vosotros. Hoy vamos a reflexionar acerca de una película de 2018, Familia al instante, escrita por Sean Anders y John Morris, y dirigida por el propio Anders. La historia nos lleva a un bonito hogar en el que viven Ellie (Rose Byrne) y Pete (Mark Wahlberg), dos personas que se dedican a encontrar casas para más tarde arreglarlas y venderlas de nuevo.
Han encontrado una vivienda preciosa con cinco habitaciones y, casi por casualidad, en una cena con su hermana y cuñado, acaban hablando acerca de ampliar la familia, llegando a pensar en la adopción. Pero adoptar no es tan fácil como parece y para ello se requiere de una preparación.
Ellie y Pete se quieren y están dispuestos a formarse, saben que pueden amar a otro ser y darle lo mejor de sí mismos. Así que lo anuncian el día de Acción de gracias en plena cena familiar. La madre de Ellie (Julie Hagerty) reacciona muy bien y toda la familia parece apoyarles, así que siguen adelante con sus propósitos, a pesar de que todos les aconsejan que lo mejor sería tener un hijo concebido biológicamente por los dos. Pero Ellie y Pete insisten, van a las reuniones junto con otros nuevos padres; las trabajadoras sociales, especialmente Karen (Octavia Spencer) les advierten de todos los problemas que la adopción puede suponer.
Y así llega a sus vidas Lizzy (Isabela Moner), una adolescente de quince años con dos hermanos, Juan (Gustavo Quiroz) y Lita (Julianna Gamiz). Al principio, todo parece ir de maravilla, pero ya en las reuniones les advierten de los problemas que pueden ir surgiendo, y así es, poco a poco van saliendo los traumas que tienen los niños. Su madre está en la cárcel desde hace cuatro años, es drogadicta y Lizzy ha sido quien ha estado al cuidado de sus hermanos. En ella ha recaído un gran número de problemas que ella, todavía una niña, no tiene la edad para poder afrontar. Las riñas, la amigas que no son del agrado de su nueva madre y un novio que ha aparecido en la vida de Lizzy estresan a Ellie y a Pete.
Todo parece ir desmoronándose, pero aparece la abuela Sandy (Margo Martindale), una mujer jovial y cariñosa que ya quiere a esos nietos que no conoce. Ella intenta tapar eos encontronazos con amor. Un accidente doméstico de Juan provoca una unión de aquella familia primeriza, y la historia sigue y es para vosotros.
Familia al instante es una película escrita en clave de humor, que deja una sensación de empatía con cada personaje de la historia. Las cosas no solo son vistas desde la perspectiva de los futuros padres, sino también desde la de cada niño y sus vivencias e incluso desde la de la madre biológica de los niños.
Es un tema muy difícil de tratar, en un mundo ideal todos estarían felices con los suyos y no tendríamos que hablar de esto, pero el mundo está hecho de seres humanos y, a veces, por desgracia para esos niños, las responsabilidades les caen encima a ellos como losas, niños que no tienen la edad ni la madurez emocional ni física para poder hacerse cargo o de desempeñar roles que no les corresponde. Hay que ayudarles a crecer lo más sanamente posible.
Por eso, cualquier cosa en la vida que valga la pena tener, vale la pena trabajar para conseguirla.
Con todo el cariño, desde La Mecedora.
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