El verdadro éxito consiste en poder dedicar la vida
al trabajo del que uno está enamorado
David McCullough
Queridos amigos de Todo es cine:
Espero que estéis pasando un estupendo verano y que podáis disfrutar de todos y cada uno de los artículos que con tanto afecto hacemos para vosotros. También en otras partes del mundo ahora es invierno, y qué mejor que poder estar calentitos leyendo y disfrutando de nuestra compañía, que es la vuestra.
Durante estos días no podíamos dejar de acordarnos y recordar a nuestra simpática y sorprendente Ginger Rogers, ya que el 16 de julio fue su cumpleaños, hubiera cumplido cien años; desde aquí le enviamos nuestra felicitación. Aunque no esté con nosotros, nos queda todo su trabajo. Quién le diría a la niñita de Missouri que un día se le recordaría con una cara angelical, unos ojos con una mirada serena, y unos pies que le hacían parecer que volaba; una maravillosa bailarina, a la que ya nos referimos en Damas del teatro (1937, Gregory La Cava).
Fotograma de Sombrero de copa. RKO Pictures. Todos los derechos reservados
Le gustara o no, siempre se le recuerda acompañada de otro magnífico bailarín, Fred Astaire, juntos formaban un tándem que con esa música melodiosa de la época, era lo más parecido a las tan traídas historias de princesas. Por eso a nuestra princesa de ojos azules y pies de hada, muchas felicidades.
Y recordando, nos acercamos con todo el cariño a otra persona enamorada también de su profesión, pero esta vez, un hombre con una voz que engatusó a varias generaciones, la de Manolo Otero. Nos ha dejado hace poco, pero nosotros le recordamos con todo el agradecimiento, como a todas las personas que se van y legan ese trabajo que tanto les ha costado, dejando muchas cosas en el camino, pero que hoy nos ayudan a darles las gracias.
Con todo el cariño, desde la Mecedora.
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