Título original: Érase una vez en Euskadi. Año: 2021. Duración: 100 minutos. País: España. Dirección y guion: Manu Gómez. Fotografía: Javier Salmones. Reparto: Marián Álvarez, Luis Callejo, Arón Piper, Ruth Díaz, Yon González, Asier Flores, Aitor Calderón, Miguel Rivera, Hugo García, Vicente Romero, Vicente Vergara, Pilar Gómez, María Isasi. Producción: La Canica Films, TVE, ETB. Distribución: eOne Films. Género: drama. Estreno en España: 29 de octubre de 2021.
La autoficción tiene en el cine una de sus vertientes más extraordinarias. Y es que la experiencia personal siempre deviene universal cuando se aborda desde la honestidad propia de quien la ha vivido. Que haya rasgos modificados para hacerla más atractiva como relato cinematográfico no es óbice para que la historia se muestre en todo su realismo.
Lo que Manu Gómez ha realizado en Érase una vez en Euskadi no es sino un ejercicio de exorcismo, de catarsis de su propia experiencia transformada en cien minutos que retratan su infancia en el País Vasco de 1985. Aquella década de hierro, plagada de violencia, SIDA y drogadicción es el escenario en el que Gómez sitúa a Marcos (Asier Flores) y a sus amigos Toni, José Antonio y Paquito (Miguel Rivera, Aitor Calderón y Hugo García), todos ellos de doce años de edad.
Durante el período estival, las aspiraciones, los miedos y la familia de estos cuatro preadolescentes colisionarán con una realidad agridulce, repleta de contradicciones. La vocación ciclista de Marcos, sus abnegados padres (Marian Álvarez y Luis Callejo); el hermano drogadicto de Toni (Arón Piper), su madre ausente (Pilar Gómez), el amor imposible de Paquito, la cercanía de Maserati (Yon González), el hermano de José Antonio, a la banda terrorista, los sinsabores de ser emigrante y hasta el nuevo vídeo betamax del padre de Paquito (Vicente Romero) se unen en una trama orgánica, en la que todo pasa mientras parece no pasar nada.
Sin saberlo, los cuatro niños se enfrentarán a uno de los veranos más decisivos de su vida, un punto de no retorno en el que los ámbitos familiar, social y político les obligarán a madurar sin remisión y a medir sus propias fuerzas
Presentada en el Festival de Cine de San Sebastián y producida por Beatriz Bodegas, sin duda este apoyo ha otorgado al trabajo de Manu Gómez una solvencia sin fisuras, del mismo modo que la fotografía del veterano Javier Salmones contribuye a delinear una cinta repleta de aciertos visuales.
Una revisión naturalista de nuestro pasado que entronca con el costumbrismo de nuestro acerbo cultural, especialmente a El camino de Miguel Delibes, con unos niños que observan el mundo al que se van acercando con pasos infantiles, pero obligados a caminar con la firmeza de un adulto.
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