Nada de lo que vistes es más importante que tu sonrisa.
Connie Stevens
Queridos amigos de Todo Es Cine:
Un placer volver a estar con todos vosotros. Comenzamos septiembre y, con él, nuestro análisis mensual de una película. En esta ocasión, El viaje a París de la señora Harris (2022, Anthony Fabian), basada en la novela homónima de Paul Gallico.
La historia nos lleva a Londes, allí Ada Harris (Lesley Manville) trabaja de mujer de la limpieza y madruga para coger el autobús que la lleve hasta su destino. En él se enuenra con el revisor y le saluda con confianza. Como todas las mañanas, en su asiento la espera su amiga Violette Butterfield (Ellen Thomas), quien le guarda el sitio para ir contándose las vivencias de las dos mujeres. Pero hoy es especial, Ada ha recibido un paquete pequeño, pero no sabe qué es, no se atreve a abrirlo.
Antes de llegar al autobús, tira una moneda al aire, con la mala suerte de que cae al río, sin saber si el paquete le traerá buenas o malas noticias.
En las distintas casas donde Ada trabaja, intenta hacer todo bien y rápido. En una de ellas, de una aristócrata, ve un exclusivo vestido de Dior, algo paradójico, teniendo en cuenta que hace meses que no le pagan. Se lo pone por delante, para ver cómo le quedaría, porque tener un vestido de la firma de París es el sueño de su vida. Sigue sus quehaceres, la casa de una chica descuidada, actriz, que quiere triunfar y ella le ayuda en todo lo que puede. Así hasta la tarde. Cuando oscurece, ella y Violette van a bailar y a tomar algo. Allí está Archie (Jason Isaacs), un hombre que siempre está acompañado por mujeres bellas y lleva a sus dos perros galgos. Archie juega a las carreras de caballos, a veces triunfa; otras veces, no.
Ada y Violette se quedan en casa para ver qué esconde ese paquete. Descubren que es por su marido, quien desapareció durante la Segunda Guerra Mundial. Ambas son amigas desde que estuvieron trabajando juntas durante el conflicto, aunque el marido de Ada jamás regresó, siendo dado por muerto. Pero ese paquete le trae la noticia de que su marido, finalmente, fue dado por muerto. Se encontraron sus restos y le mandan el anillo de su propiedad. Ada intenta entender todo lo que le ha sucedido, pero comienzan a suceder un sinfín de eventos que ella relaciona con la voluntad de su marido, pensando en ellos como algo mágico.
El trabajo va llenando el bote para sus sueños; una carrera de galgos, para la que su amigo la invitó, le proporciona cierta cantidad y la paga por viudedad hacen que Ada, poco a poco, llene esa hucha improvisada de latón.
Hasta que un día, Ada coge su maleta y se va a París. Solo tenía que ir y volver en el mismo día, regresando con su vestido de Dior. Pero el vuelo tiene retrasos, llega tarde y se ve sola en París, sin un lugar en el que cobijarse. Un grupo de personas sin hogar le hace compañía durante toda la noche, siendo acompañada por uno de ellos a la Maison de Christian Dior a la mañana siguiente.
En la puerta de Dior, gente de importancia hace cola para entrar. Todos tienen su invitación personal, pero Ada quiere entrar, cree en su derecho a comprar su vestido, ya que tiene el dinero que ha ganado y ahorrado.
La directora del centro, Claudine Colbert (Isabelle Huppert), intenta expulsarla de Dior, pero poco a poco la gente trabajadora de allí se siente seducida por la forma de proceder de Ada, hasta el punto de conseguir que André Fauvel (Lucas Bravo), contable de la empresa, le ayude a conseguir su vestido. También es providencial que el marqués de Chassagne (Lambert Wilson) la invite a presenciar el desfile, un hombre que, como ella, es viudo desde hace años y encuentra en Ada la mejor compañía. Y la aventura es para vosotros.
La película es un cuento maravilloso, con una cenicienta que se convierte en princesa; una mujer que tiene una edad y que es invisible, y un vestido que hace magia. Pero también es el relato del esfuerzo de Ada, una persona que planifica, lucha y se esfuerza. Ella entiende su papel; todo aquello que la vida le enseñó, lo pone en práctica y esa luz la lleva a su sueño. Por eso, nada de lo que vistes es más importante que tu sonrisa.
Con todo el cariño, feliz septiembre y feliz principio de mes, desde la Mecedora.
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