Es sobradamente conocido que numerosas obras cinematográficas premiadas y reconocidas están basadas a su vez en grandes obras literarias. Que la relación entre ambas artes es estrecha y como en toda relación en ocasiones chocan, no obstante, en otras roza la perfección.

Ciertas sagas literarias han servido al audiovisual en sus creaciones bien como una base completa o por guardar relación con ciertos personajes u objetos, tomándola como fuente de referencia. La materia artúrica es una de las habituales en el cine; el conocido Rey Arturo y su perfecta corte de ejemplares caballeros, como Lanzarote con quien formará ese triángulo amoroso en el cual se verá involucrada Ginebra, la reina cuya infidelidad la hará culpable de que la tierra torne yerma.

El Santo Grial como desencadenante de la búsqueda heroica. La magia de Merlín y Morgana y cómo no: Excálibur, esa espada perfecta que solo un rey perfecto podrá sacar de la piedra y así gobernar, retornando la paz y la justicia a su reino: Camelot.

Tanto literatura como cine han bebido de esta leyenda, numerosos rasgos en común guarda con El señor de los anillos, al igual que algunas referencias presentes en Harry Potter.

Steven Spielberg embarcó  a su iconográfico Indiana Jones en la búsqueda del Grial, convirtiéndolo en la tercera entrega en  inmortal, al hacerle beber de la Copa, pese a no ser necesario, puesto que sus dos anteriores películas ya habían convertido en inolvidable al mejor arqueólogo de todos los tiempos. 

Los Monty Python se encargaron  de convertir en comedia toda la materia relativa al ciclo en Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores ; y años más tarde, uno de sus integrantes Terry Gilliam volvería a recoger el relevo y lo tomaría como base para su El Rey Pescador.

Pero de todas las obras, la mejor a día de hoy, continúa siendo la de John Boorman quien en los ’80 con Excalibur llevó al cine toda la extensa leyenda, siendo el mejor que ha tratado el mito.

Pues, inexplicablemente, una leyenda que en literatura ha parido obras inolvidables, tan grandes como para influir en cientos de libros, como para mantenerse presente en la actualidad y que pese a los siglos se sigan reeditando; no obstante, no podemos decir lo mismo de su resultado en el cine, ya que, paradójicamente, cada vez que el mito es retomado, sólo en contadas ocasiones han sabido adaptarlo, abordar el tema o simplemente presentar a los personajes y su universo. Por muy famosos que sean los actores o reconocidos sus directores, el maltrato hacia la leyenda del rey parece compulsivo.

A pesar de ello hay algunas joyas, como las mencionadas, y alguna más se puede salvar, como el clásico de capa y espada de los años ’50 de Richard Thorpe Los caballeros del Rey Arturo.

Por extraña coincidencia casi siempre lo hacen retornar a las pantallas cuando el mundo entra en crisis. Lo que me lleva a preguntarme ¿quién y de qué manera volverá a retornarlo de Avalon? ¿Alguien nos devolverá a ese Rey perfecto a nuestro mundo?

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