Tú eres el arquitecto de tu propio destino.
Trabaja, espera y atrévete
Wilcox
Queridos amigos de Todo Es Cine:
Un placer estar con todos vosotros. Empieza nuevo mes, el de mayo, y como especial tenemos dos temas, por un lado creo que os va a gustar que hablemos del cine mexicano y, por otro, como no podía ser menos, del Día de la Madre. Y para empezar a hacer boca, os propongo una película para todos los públicos: Brave (Indomable) (2012, Brenda Chapman, Steve Purcell, Mark Andrews).
Imagen de “Brave (Indomable)”, película distribuida en España por The Walt Disney Company Spain © 2012 Pixar Animation Studios y Walt Disney Pictures. Todos los derechos reservados. |
La historia nos lleva a una Escocia medieval, donde Disney nos sitúa en unos paisajes tan reales, que enseguida te llenan del verdor y la brisa de aquellos parajes. Empieza con la niñez de Brave, una niña pelirroja con un pelo rizoso y largo, ojos grandes y grandes esperanzas de ser fuerte como su padre y dulce como su madre. Pasa el tiempo y esta princesita crece, ya todo ha cambiado. Su cultura y la época que le toca vivir le impiden hacer todo aquello a lo que ella, desde su más tierna infancia, estaba acostumbrada. Las normas de la reina, su madre y a la vez institutriz, le hacían ver cosas que no le agradaban, pero la naturaleza le llamaba y en cuanto podía, salía en su caballo, con su arco y sus flechas, y podía ser libre.
Brave tiene tres pequeños hermanos pelirrojos como ella y su padre. Un día, además de lo estricto de sus poses y maneras de comportarse, llegan tres clanes al reino, cada uno de los cuales trae un pretendiente para nuestra princesita. Ella no lo puede tolerar y lucha transgrediendo su propia cultura, contra los pretendientes a su mano. Dispara sus flechas y cree haber ganado la partida. El enfado de los clanes, como el de su madre, hace que Brave salga huyendo de aquello en busca de una salvación. Pero en cambio encuentra la magia. No os cuento más pues si queréis ver la película os estropearía la ocasión de verla con vuestros niños y poder disfrutar de una tarde entretenida.
Sin embargo, a esta historia le pondría un pero. Lo primero, y evidente, es que es desmedida la diferencia en tamaño del padre en referencia a su madre; dado que una madre no es una madrastra o algo parecido, el que ésta ocupe ese puesto muy en la línea de otras películas Disney me parece exagerado, el dimorfismo sexual tan marcado no es lógico ni proporcional. En segundo lugar, tampoco lo es la solución de la princesita: la magia. Si ya era un poco macabro ver a Blancanieves morder una manzana envenenada, el que ahora sea la propia niña quien mediante la misma operación técnica espere tranquilamente el cambio en su propia madre, resulta un poco fuerte, allí cambiaron todos.
Creo que la historia es bonita, quiere dejar un claro mensaje de crecimiento interior y de madurez, pero no todos los caminos son correctos. A veces un poco más de diálogo, de entendimiento por ambas partes, hace que la argumentación deje fuera de juego a esa magia malévola. Hoy que tanto gustan los vampiros, los muertos vivientes y toda clase de brujas, a pesar de estar en 2013, no está de más dejar de lado el medievo, un medievo en el que todo vale. Porque no todo vale, por eso intenta explicar a tus hijos que sólo es un cuento con moraleja feliz. Y que sea tan feliz como nuestro nuevo mes.
Que todos juntos sepamos crecer, desde estas páginas que son las tuyas.
Feliz mayo desde la Mecedora.
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