No hay cosa de la que tengas tanto miedo como del miedo.
Jean de Labrune
Queridos amigos de Todo Es Cine:
Un placer volver a estar con todos vosotros. Comenzamos nuevo año y, con él, nuevo análisis de una película. En esta ocasión, Cuando menos te lo esperas (2003, Nancy Meyers). La historia nos lleva a una preciosa casa de Los Hamptons, a donde llegan Harry Sanborn (Jack Nicholson), un hombre de una edad al que solo le gustan las jovencitas, y Marin (Amanda Peet) una chica joven y vital.
En la casa de Erica Barry (Diane Keaton), madre de Marin, van a pasar el fin de semana, cuando de pronto aparecen su madre y su tía Zoe (Frances McDormand). Ambas se encuentran a Harry en la cocina en paños menores. Las mujeres comienzan a increpar y a preguntar a Harry qué hace allí y este, con su media sonrisa, les cuenta una historia que ellas no creen. Con un cuchillo de cocina en una mano y el móvil en la otra, intentan llamar a la policía.
Marin llega y les cuenta que Harry es su amigo, e intentan hacer las paces y quedarse todos en la casa pasando el fin de semana. Pero un grito en la habitación de Marin les pone sobre aviso: Harry ha sufrido un infarto.
Las tres le llevan al hospital y, allí, un joven médico (Keanu Reeves) que conoce y admira a Erica por sus célebres obras de teatro, se hace cargo de Harry mientras se refiere a Erica con mucha amabilidad. Harry se va recuperando y, al volver a casa, pues su empresa le va a recoger, se cae al suelo. Su médico le aconseja ingresar nuevamente o que se recupere cerca del hospital, en la casa de playa de Erica.
Todos se van y es Erica quien se tiene que hacer cargo con él. Pero, poco a poco, con sus largas conversaciones, sus largos paseos por la playa y las canciones parisinas que suenan por la casa cada vez que la dramaturga escribe convierten la recuperación de Harry en una buena experiencia.
Su doctor se sorprende por su rápida recuperación y, aprovechando su buen estado, invita a cenar a Erica, una primera cita que él toma muy en serio. Harry seguirá al pie de la letra las recomendaciones médicas, pero esa noche, como ninguno de los dos duerme, van intimando y, con la aprobación de su hija, Erica se enamora de Harry, teniendo una noche romántica con tensiómetro incluido.
Pero la recuperación incluye el alta de Harry y su regreso a Nueva York, él a su antigua vida y Erica a la suya. Entretanto, el ex marido de Erica se compromete con una jovencita y Marin no lo lleva nada bien, por lo que pide a su madre que la acompañe a conocerla en una cena conjunta. Erica ya estaba feliz y tranquila por haber pasado página, pero se encuentra con Harry y con su nueva y jovencísima acompañante. Pero esa aventura es para vosotros.
Cuando menos te lo esperas es un canto a las nuevas oportunidades, que a veces vienen envueltas en disgustos o son aceptadas a regañadientes; y sin embargo, al final, después de lágrimas y más lágrimas, descubrimos que eran para nosotros.
Todos tenemos que aprender algo, quizá por ser muy mayores o jóvenes no sabemos qué esperar, pero puede que esa sea nuestra oportunidad. Por eso: no hay cosa de la que se tenga tanto miedo como del miedo.
Con todo el cariño, por un año lleno de buenas oportunidades, por un año lleno de amor, cariño y amistad.
Feliz 2022 desde La Mecedora.
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