Muchas películas podrían englobarse en la tipología freak ya sea por el tipo de seguidores que la obra pueda tener o por los personajes que retrata. Numerosos son los seres inadaptados socialmente a los cuales el séptimo arte ha dedicado sus obras, desde la maravillosa Parada de los monstruos de Tod Browning o Frankenstein hubo y ha habido muchas otras, con una gran y compleja evolución que cada vez abarca más definiciones.
Si bien, uno de los grandes abanderados en este tipo de cintas es Tim Burton director que habitualmente toma personajes desarraigados para realizar sus películas. Otros directores más sutilmente han mostrado héroes de gran fortaleza pero también inadaptados.
Así se presentan algunos personajes de Joss Whedon, habitual creador de heroínas y mujeres fuertes. Como guionista “parió” en los ’noventa la película de Buffy, la cazavampiros (1992, Fran Rubel Kuzui) que posteriormente convertiría en una de las series de mayor trascendencia social y mediática. Pues en muchos estudios y obras posteriores ha repercutido. En una vuelta de tuerca la habitual víctima de películas de terror: mujer, rubia y atractiva, pasa de ser la presa a convertirse en la cazadora de monstruos. No es la asesinada, es la asesina. Una joven de gran fortaleza cuyas virtudes y su propia génesis la llevarán a vivir en la oscuridad, a ser una inadaptada.
Ya no será la reina del baile o la jefa de las animadoras, aunque físicamente encaja en ello debido a unos cánones estéticos establecidos cinematográficamente en nuestra retina. Whedon la convierte en indestructible, en la reina de la noche y la más letal cazadora. A causa de los atributos de heroína, la chica más popular del colegio, la animadora superficial que trata a los parias como basura, cruza la línea convirtiéndose en uno de ellos, una friki, desde que acepta su condición de cazavampiros. Pese a salvar a sus compañeros de colegio en el baile cuando es asaltado por los vampiros logrando matar a Lothos (Rutger Hauer) no logra la aceptación social que con anterioridad poseía. Algo que ya no le preocupa. Gracias a su guía Merrick (Donald Sutherland) evoluciona de una insustancialidad profunda a una joven con grandes valores.
La transformación psicológica y física de Buffy (Kristy Swanson) conlleva una involución social, ya no encaja con sus vacuos amigos, los populares, no obstante sí lo hará con Pike (Luke Perry) el paria del cual antes se mofaba, éste se convertirá en su mejor aliado durante su aventura heroica y en la misión de salvar y proteger al instituto. A partir de esta primera aventura arranca la segunda, la serie, cambiando localización y, por supuesto, otorgándole una figura de guía nueva. Los valores feministas se mantienen, así es como se genera esta heroína y así es como continuará hasta el final tras siete temporadas televisivas (continúa como cómic).
Muchas fueron las personas que se vieron atrapadas por este universo (Buffyverso) siguiendo la caza. Su admiración se mantuvo en la red, en los múltiples portales que a la serie se dedicaron, pidiendo el regreso de la heroína, abriendo debates sobre personajes, aventuras, actores y posibles reuniones de reparto. Todo un ejército de fieles seguidores que pese a ser menos conocidos y numerosos que los trekies, no son, ni mucho menos, pocos.
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