Siempre hay tiempo para que los mayores aprendan.
Aquiles
Queridos amigos de Todo Es Cine:
Un placer volver a estar con todos vosotros. Empezamos mes y, con él, os traemos una película sobre la que poder reflexionar, A propósito de Henry (1991, Mike Nichols).
La historia nos lleva a Nueva York, a una familia acomodada cuyo padre, Henry Turner (Harrison Ford), es un afamado abogado que vive junto con su mujer Sarah (Annette Bening) y su hija Rachel (Mikki Allen), en un apartamento de lujo con todas las comodidades. Acaba de ganar un caso importante, aunque fuera contra un pobre hombre que acabó mal tras una negligencia médica, Henry supo darle la vuelta y no aportar toda la información que el caso y la causa requerían. Pero ganó. Y se va a su casa.
Le faltan cigarrillos y acude a una licorería que sigue abierta, allí tiene un percance, entra un ladrón a robar y le dispara en dos ocasiones, una de las cuales le da en la cabeza. Henry queda en coma y el dinero y el tiempo se van detrás de aquella cama de hospital. Pero vuelve a la vida, su mujer le hablaba continuamente, le ofrecía volver. Pero volvió con un problema de amnesia retrógrada, no podía recordar nada de lo acontecido antes del accidente; con este tipo de amnesia, que afecta a la memoria declarativa y, con ella, a la episódica, no se puede recordar nada de la vida anterior. Esto hace que su mujer le lleve a rehabilitación en una clínica especializada, donde se encuentra con Bradley (Bill Nunn), un gran hombre afromaericano, grande en todos los sentidos: fuerte para poder llevar y cargar con una persona que se ha convertido en una marioneta; y fuerte para poder darle todas las ganas de aferrarse a la vida y volver a ser Henry. Los lazos fuertes de esa amistad hacen que Henry no se quiera ir, el mundo le parece loco y no entiende nada.
Pero su propia hija le habla, le enseña lo que él le enseñó tiempo atrás, desde leer a atarse los cordones de los zapatos. Henry confía en las mujeres de su vida y empieza de nuevo. Todas las malas caras que le ponía a su hija si derramaba el zumo, ahora se convierten en juegos; antes todo eran disgustos y quejas y ahora risas.
El tiempo va pasando y todo es nuevo, todo es bello. Hasta un perrito que va a aparar a la familia. La ausencia de padre y de marido se convierte ahora en un paraíso idílico. Bueno, la historia sigue y esa es para ti. Es una película amable y tierna, con moralina incluso. Nos habla de un hombre sin escrúpulos capaz de cualquier cosa con tal de escalar puestos en su trabajo, incapaz de ver todo lo hermoso que tenía a su lado. Ahora, enfermo, descubre que son esas personas las que se acercan a él, las que le aman y le ayudan.
Pronto comprende que no le gusta el Henry anterior, le parece una persona horrible, le gusta más su nueva vida. Por eso siempre hay tiempo para que los mayores aprendan.
Con todo el cariño, feliz julio; y para los que se van y nos leen desde la playa, la montaña o su sofá maravilloso, felices vacaciones para todos.
Desde la Mecedora.
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