La mente es un universo complejo que a veces nos juega malas pasadas. Qué es real, qué es ficción, ¿cómo discernir entre ese sueño y realidad cartesianos cuando su pienso luego existo no funciona? Una mente perturbada puede crear una realidad paralela, que tomaremos por verdadera, cuando la que lo es nos resulta totalmente imposible de asimilar. ‘¿Sería peor vivir como un monstruo o vivir como un hombre bueno?’ . Esta es la última frase que pronuncia el personaje interpretado por DiCaprio una vez es consciente de su ser, de sus actos y de su realidad. Una última frase que da un sentido diferente a la obra de Scorsese, haciendo que el espectador se plantee un segundo visionado para observarla desde el otro lado del espejo y comprender su otra verdad, su otro mundo.
Muchos de los elementos clásicos del cine negro están presentes en la obra: la femme fatale causante de la ruina y destrucción del héroe detective, aquí reconvertida en una ilusión onírica y un recuerdo. El mundo sórdido y de corrupción que le rodea. Los siempre presentes cigarrillos y cómo no, la urbe en la cual se mueve el protagonista y que parece ser un personaje más, un ente con vida propia, también aparece.Sin embargo, en Shutter Island la vida cosmopolita y decadente de la ciudad, típica del género, es sustituida por una funesta isla-psiquiátrico, totalmente inexpugnable. Una vez entras ya no puedes salir. Una isla que recuerda a las clásicas superproducciones de aventuras en las cuales moraban monstruos, como King Kong e Isla Calavera.
Y en realidad sí habita uno: el enfermo número 67. Algo que en un inicio parece será un Mac Guffin al estilo Hitchcock, elemento de la búsqueda heroica carente de importancia y del cual, finalmente, no se sabrá nada. Sin embargo, Scorsese en una vuelta de tuerca de su obra, lo revelará y su descubrimiento provocará la final evolución heroica.
La cinta aborda y pone en tela de juicio ciertos comportamientos e investigaciones que, en nombre de la ciencia, fueron realizados en algunos seres humanos que en determinados momentos fueron (son) considerados como prescindibles y de menor importancia. Critica la hipocresía de un país, el suyo, que luchó contra los nazis y esas investigaciones en personas, y que unos años después ellos mismos realizan, una doble moral incomprensible.
A la par, se ahonda en lo complejo de la mente y en lo fácil que puede resultar perderse en ella y, como Don Quijote, crear un mundo paralelo donde resulte más fácil vivir y luchar contra esos gigantes.
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