Lo mejor que podemos hacer por otro no es solo compartir con él nuestras riquezas, sino mostrarle las suyas.
Benjamin Disraeli
Queridos amigos de Todo Es Cine:
Un placer volver a estar con todos vosotros. Empezamos mes y, con él, una nueva andadura por el mundo del cine. Hoy quiero hablaros de la película francesa Voy a ser mamá (2013, Valérie Lemercier), muy relacionada con la festividad que hoy celebramos, el día de la madre, que en estas latitudes se celebra el primer domingo de mayo.
La historia nos lleva a París, allí viven Aleksandra (Valérie Lemercier) y Cyrille (Gilles Lellouche), una pareja nada convencional. Ella es una ejecutiva de la revista Elle, y su marido, también de alto poder económico, es galerista. Ambos quieren tener un hijo, pero no disponen de tiempo. Así que se ponen en contacto con una agencia de adopción. La vida de Aleksandra y Cyrille es insulsa, sin ningún tipo de profundidad. Ella tiene un amante, y él la suya; juntos mantienen un estatus elevado pero falto de todo compromiso y dedicación.
Cuando llegan al aeropuerto a buscar a su hijo, miran a todos los niños y esperan que el suyo sea de catálogo, el más guapo y apuesto. Pero se quedan con Alekseï, un niño problemático, que por su edad y por causa del lenguaje, no acaban de comprender. Esta situación acaba desesperando a su madre, quien no tenía ni idea de cómo iba a ser esa aventura.
El niño solo toma leche y derivados, y ninguno acaba de encontrar la forma de llegar a él. Es tanto el fastidio diario que Aleksandra, apelando un problema burocrático, devuelve al niño a Rusia, su lugar de origen. Pero ambos, marido y mujer, empiezan a plantearse si todo lo que han hecho ha sido para bien. Y el final, como siempre, es para vosotros.
Es una comedia francesa, muy agradable y sencilla, con gags que te hacen reír, provenientes de unas personas totalmente diferentes al rol que quieren interpretar. Una de las lecturas de esta comedia de enredo es la idea del amor. Aunque parezca que en todo ese caos y en toda esa superficialidad y frialdad no había nada, alpari en realidad había una gran necesidad de amor. Un niño llega a desmontar años de mentiras, engaños y subterfugios, para demostrar que, dentro de esa coraza, hay seres humanos. Lo más importante de toda esta historia, es que lo mejor no es compartir nuestras riquezas, sino mostrar que los demás también tienen las suyas.
Con todo el cariño, feliz mes de mayo desde la Mecedora.
Y para todas las madres, feliz día, en especial a la mía, que nos ha dejado hace dos años. Seguimos queriéndola con todo el corazón.
1 comentario
Lucía 7 mayo, 2017 at 12:40 pm
¡¡Brillante artículo!! Muy bien escrito y tremendamente bueno.