Título original: Quo vado?
Director: Gennaro Nunziante
Guion: Gennaro Nunziante, Checco Zalone
Año: 2016
Reparto: Checco Zalone, Eleonora Giovanardi, Sonia Bergamasco, Maurizio Micheli, Lino Banfi, Massimiliano Montgomery, Angelica Napa, Adam Nour Marino, Fabio
Casale
País: Italia
Música: Checco Zalone
Fotografía: Francesco Di Giacomo
Productora: Taodue Film
Duración: 85 minutos.
Género: Comedia satírica.

El más largo aprendizaje de todas las artes es aprender a ver.

Jules de Goncourt

Queridos amigos de Todo Es Cine:

Un placer volver a estar con todos vosotros. Hoy os voy a hablar de la película Un italiano en Noruega, dirigida por Gennaro Nunziante. Es una comedia fresca, divertida e irónica que os arrancará una sonrisa y, a veces, una carcajada. La historia nos lleva a una región de Italia donde Checco (Checco Zalone), tiene una vida cómoda y un trabajo cómodo. Así se lo explica al jefe de una población africana que le ha retenido junto a un conductor, pues el coche se ha quedado varado en sus tierras y, a cambio de salvarle la vida, debe contarle lo bueno que ha hecho su corazón. Y lo hace como si de un juicio final entre el bien y el mal se tratara pues, si dice algo que no satisface al jefe, terminará en la hoguera.

Imagen de “Un italiano en Noruega” © 2017 Taodue Film. Distribuido en España por A contracorriente Films. Todos los derechos reservados.

Así Checco relata su historia desde el comienzo. En la escuela todos los niños querían ejercer una profesión que valoraban, como veterinario o científico. Pero Checco no, Checco quería ser funcionario como su padre, ya que toda la vida le había hablado de las ventajas de ser funcionario, y el niño no podía ver más allá de las historias que su padre le contaba. Y llegó a serlo, viviendo satisfecho entre su casa (la de sus padres) y el Ayuntamiento donde trabajaba (justo enfrente). Y así era feliz.

Imagen de “Un italiano en Noruega” © 2017 Taodue Film. Distribuido en España por A contracorriente Films. Todos los derechos reservados.

No era capaz ni siquiera de pedir matrimonio a su novia, ya que estaba tan cómodo en su zona de confort, que ya lo tenía todo. Pero la vida no se para, sale una nueva ley suprimiendo las provincias, y solo los funcionarios que tuvieran todas las condiciones que se solicitaban, conservarían su puesto. Pero Checco es el único que no tiene alguno de los aspectos que se requerían para quedarse en su puesto, y se vio en la necesidad de acudir a Roma. Allí negocia su contrato con la directora Sironi (Sonia Bergamasco), una mujer a la que ni siquiera acepta como directora, ya que acude a su secretario masculino para que le atienda. Checco vivía en un mundo pequeño, la vida le quedaba demasiado grande y toda la sabiduría que tenía era tan escasa, que era terriblemente poco diplomático.

Imagen de “Un italiano en Noruega” © 2017 Taodue Film. Distribuido en España por A contracorriente Films. Todos los derechos reservados.

La directora le ofrece un cheque por dejar su trabajo, pero él prefiere cualquier otra condición antes que dejar de ser funcionario. Esto le lleva a mil y una historias y destinos, hasta que es castigado con irse al Polo Norte. Allí conoce a Valeria (Eleonora Giovanardi), y su vida, como por arte de magia, se ve diferente, aprende a su lado. Ella es una científica que está analizando el proceso de calentamiento global, y cómo influye en el ecosistema y en la cadena alimenticia hasta llegar al oso polar. Con ella todo tiene otro tono, con ella ve el mundo, los animales, el hielo. Todo es diferente.

Imagen de “Un italiano en Noruega” © 2017 Taodue Film. Distribuido en España por A contracorriente Films. Todos los derechos reservados.

Un fin de semana Valeria le invita a su hogar en Noruega, una preciosa casa frente al mar, y allí conoce a sus hijos, cada uno de un padre diferente y de una etnia distinta, que conviven con sus religiones y sus culturas. Checco se queda prendado de la vida de aquellas personas, de su forma de actuar y de ver la vida. Quiere ser como ellos. Hasta que llega la noche, entonces tanto tiempo en la oscuridad hace que recuerde su hogar. Bueno, las aventuras de Checco siguen y eso es para vosotros.

Imagen de “Un italiano en Noruega” © 2017 Taodue Film. Distribuido en España por A contracorriente Films. Todos los derechos reservados.

La película es simpática y amable, y una de las lecturas que se le puede hacer es la necesidad de necesitar. Checco, como ya hemos dicho, era egoísta, solo su pequeño “yo” le bastaba, no era agradecido con sus padres ni con su novia, vivía en una caja de zapatos. Cuando ese destino le lleva por el mundo y ve que hay más gente, más formas de ver la vida, más necesidades, su mente se abre y aprende. De eso se trata, aprender a amar, a enseñar a los demás, a ver las necesidades de la gente que no tiene tu suerte. El mundo es grande y es pequeño a la vez, pero lo que sí es importante es la diversidad, y el amor que hay que dar a todo, pues en esa cadena entre plantas, animales y nosotros, todos formamos un todo y, si algo se estropea, todos vamos en el mismo planeta.

Por eso, como reza la máxima, el más largo aprendizaje de todas las artes es aprender a ver.

Con todo el cariño, desde la mecedora.

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