Feliz año nuevoJamás debemos avergonzarnos de nuestras lágrimas, son la lluvia que limpia el polvo cegador que cubre nuestro corazón.
Charles Dickens
Queridos amigos de Todo Es Cine:
Un placer volver a estar con vosotros. En unos días comenzaremos mes y año y, con ellos, llega el análisis de una nueva película. Esta vez, El nuevo juguete (2022, James Huth), cuyo guion está basado en la historia original de Francis Veber Le Jouet (1976).
La historia nos lleva a un cementerio donde Philippe Étienne (Daniel Auteuil), junto con familiares y amigos, despide a su esposa. Su hijo Alexadre (Simon Faliu) también dice adiós con rabia, tirando flores a su tumba. El padre se va al trabajo y es la secretaria quien devuelve al niño a su casa.
Por su parte, Sami (Jamel Debbouze) trabaja vendiendo artículos en un mercadillo, pero la policía incauta su mercancía y él regresa a su casa rendido. Su mujer Alice (Alice Belaïdi) le da un ultimátum, pues está embarazada y la empresa en la que trabaja está a punto de cerrar, motivo por el que están en huelga. Así que Sami debe encontrar un nuevo empleo. Así lo hace, convirtiéndose en guarda jurado de una juguetería. Durante la noche, juega por puro aburrimiento, hasta que se queda dormido. El dueño de la empresa le da una sorpresa. Él es el padre de Alexandre y, cuando el niño llega esa noche, día de su cumpleaños, le ofrece la posibilidad de escoger el juguete que más le apetezca de toda la tienda. Y como el niño ya tiene todo lo que pueda necesitar, lo que Alexandre elige es a Sami, el guarda jurado que está dormido en la tienda.
En vez de despedir a Sami, Philippe le ofrece una suma considerable de dinero para que ejerza de juguete de su hijo, una idea a la que el trabajador se niega en redondo. Pero el dinero ofrecido y la idea de ser compañero de juegos del niño durante un día acaban por convencerlo para acceder. Pero Alexandre pide que envuelvan su regalo y, bajo el pago de una nueva suma, Sami termina accediendo. Y así aparece en una mansión donde el niño manda. Su habitación está llena de cosas que no se podía ni imaginar, hasta un coche a escala para conducirlo por toda la casa. Pero no le importan los demás y su padre debe ir disculpando lo que hace su hijo.
Cuando el niño se va después de cenar en aquella enorme, fría y deshumanizada velada, solo queda el vacío, ni la tarta ni la extraordinaria comida hacen mella en ninguno de los dos, ni padre ni hijo. Alexandre ni siquiera apaga las velas de su tarta.
Philippe se va y Alexandre le pide a Sami que se quede con él esa noche y este ofrecimiento, junto con la suculenta suma de dinero que supone, le convencen para quedarse. Pero Sami comienza a ver todo lo que necesita el niño, tiene de todo, pero carece de emociones, las más básicas, y tampoco dispone de un modelo para seguirlas, solo hay dinero. Y la historia es para vosotros.
Es una bonita historia, similar a un cuento o fábula, ideal para estas fechas. Un preadolescente que ve la vida a través de los ojos de su padre, queriendo seguirlo; un padre que no ve nada, pues le alta la empatía hacia el prójimo y hasta con su propio hijo; alguien que le compra lo que sea para hacerle feliz, pero sin más, sin aprendizaje ni emoción ni nada. En este proceso, Sami también aprende, ve lo que es la paternidad y lo que se puede hacer mal como padre. Es entonces cuando toma concienciade que él también va a ser padre y lo importante que es esa figura en la vida de sus hijos. Así empieza a decir ‘te quiero’ a su mujer; antes lo hacía, pero ahora lo dice y promete hacerlo mucho más, incluso a su hijo aún no nacido.
En un partido de fútbol, el chico le mira y ve cómo se emocionan con los goles, con su equipo, incluso las personas que trabajan para ellos ven que también ellos tienen emociones. Y es entonces cuando Alexandre, y también Philippe, comienzan su duelo, tras un año de dolor, de rabia y de ira. Alexandre empieza a llorar y a verbalizar lo que siente, pues ahora alguien le escucha y le comprende.
Por eso, jamás debemos avergonzarnos de nuestras lágrimas son la lluvia que limpia el polvo cegador que cubre nuestro corazón.
Con todo el cariño, feliz enero y feliz año nuevo desde La Mecedora.
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