Título original: Historias para no contar. Año: 2022. Duración: 99 minutos. País: España. Dirección y guion: Cesc Gay. Música: Arnau Bataller. Fotografía: Andreu Rebés. Reparto: Maribel Verdú, Antonio de la Torre, Nora Navas, Anna Castillo, Chino Darín, María León, Javier Rey, Àlex Brendemühl, Eva Reyes, José Coronado, Alexandra Jiménez, Alejandra Onieva, Quim Gutiérrez, Brays Efe, Verónica Echegui, Javier Cámara, Eudald Font, Diego Molina Garau. Producción: Imposible Films, Movistar Plus+, Nocontarfilm, RTVE, TV3. Estreno en España: 26 de noviembre de 2022.
El estilo fresco, irónico, redentor y humano de Cesc Gay recupera la estructura episódica en Historias para no contar, una película repleta de intérpretes y de aciertos que entrega al público la posibilidad de reencontrarse con la comedia en estado puro.
Con mayor acidez y un punto de crueldad respecto a sus vástagos, en esta ocasión Gay ofrece un crisol compacto de los sinsabores que tanto nos cuesta confesar, esas situaciones embarazosas que nos enfrascamos en ocultar tras una panoplia.
Historias para no contar hace un exhaustivo repaso a la vida adulta con el amor como telón de fondo: un amor no satisfecho a tres bandas (Anna Castillo – Chino Darín – Javier Rey), un amor con transición (Àlex Brendemühl – Eva Reyes – Antonio de la Torre – María León), un amor fingido (Maribel Verdú – Nora Navas – Alexandra Jiménez), un amor no correspondido (José Coronado – Alejandra Onieva – Javier Cámara) e incluso un amor oculto (Quim Gutiérrez – Verónica Echegui – Brays Efe).
Lo mejor de Historias para no contar, amén del espectacular elenco y la manera soberbia en la que Gay enhebra cada una de las piezas, radica en el talento del guionista para desvelar una brizna de intimidad de sus personajes, pero sin ánimo de juzgarlos ni tampoco consentirlos. Pareciera que Gay arroja a sus criaturas a un mundo que sabe cruel e intenta que salgan adelante por sus propios medios, algo que consigue con creces gracias a la complicidad de un equipo que baila al mismo compás que su director.
A pesar de que lo natural parezca vincularla con Una pistola en cada mano, por aquello de ser episódica, lo más notable de Historias para no contar es que retoma ciertos aspectos de En la ciudad, joya de auténtico orfebre, y no solo en las situaciones que propone (una cafetería, encontrar a alguien en una librería, algunos intérpretes), sino también en su espíritu, marcado por aquella frescura e incomodidad que desplegaba por todos los costados.
Hace décadas que Gay se ha revelado como un director único para retratar el universo insatisfactorio de la vida burguesa, de aquellos que ocultan su verdadero ‘yo’ sobre suelos hidráulicos y que deambulan con su desventura por cafeterías boho. Y todo ello sin condescendencia. En eso Gay es tajante, no castiga, pero tampoco facilita el camino a sus personajes, lo cual hace que ellos mismos se revelen contra su destino manifiesto.
Un fantástico microcosmos dirigido por un genio que ofrece placer a nivel visual, narrativo y humano. Más que una comedia, un fragmento de vida.
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