Las vacaciones suponen la salida del mundo ordinario en busca de nuevas emociones que deparan las aventuras, logrando expandir la mente y romper con la cotidianidad del día a día, convirtiendo el tiempo y su objeto, el reloj, en algo relativo, pues se alarga y acorta a la vez de forma inusual. Asimismo, fuera del mundo ordinario se está más abierto a explorar nuevas experiencias.
Italia suele ser uno de los destinos habituales para realizar dichas vacaciones, siendo un marco frecuente en el relato cinematográfico y, de entre sus ciudades más representativas, Venecia y Roma son las predilectas, siendo un icono, así como sus paisajes y pueblos de la Toscana. Estos idílicos parajes enmarcan Solo tú obra que en 1994 dirigió Norman Jewison en la cual contrapone el mundo ordinario y carente de romanticismo de Pittsburg con el romántico de Italia donde se desarrolla la aventura y el idilio en tono de comedia romántica. La contraposición de mundos también engloba a los personajes masculinos, quienes dependiendo de la ubicación poseen carácter romántico o frío hacia sus parejas, dos mujeres que por la bella Italia buscan el romance que han perdido.
Faith, Marisa Tomei, una romántica empedernida, busca a su media naranja Damon Bradley desde que a los once años su nombre le saliera en un tablero de ouija al jugar con su hermano Larry y poco más tarde una pitonisa señalara dicho nombre como el del hombre de su vida. Desde entonces ha esperado que apareciera, pero catorce años más tarde Faith es una mujer adulta prometida a un podólogo aburrido y frío. Sin embargo, a diez días de su boda Faith huye a Italia, aprovechando sus vacaciones, en busca de Damon, pues una repentina llamada telefónica suya la hace romper con todo su mundo para embarcarse en su búsqueda, en la del amor verdadero.
Junto a ella su amiga (y a la vez cuñada) Kate, Bonnie Hunt, la acompañará en la alocada persecución en la cual junto a dos hombres, Peter y Giovanni, a quienes conocen por el camino en Italia, las ayudarán en la búsqueda mientras recorren el idílico país. Durante la aventura Faith se enamorará, sin saberlo, de Peter, Robert Downey Jr., un romántico vendedor de zapatos que en un inicio usurpará la identidad de Damon. Todo un divertido y ameno embrollo que si bien aparenta ser una película sencilla, esconde unos ágiles y divertidos diálogos, una rápida concatenación de los acontecimientos que se precipitan durante la búsqueda, una fotografía que sin ser asombrosa está cuidada con un agradable resultado en parte gracias a la suave luz que baña atardeceres y amaneceres, y sobre todo, un destacable vestuario que corrió a cargo de Milena Canonero.
La italiana es reconocida por sus trabajos con Stanley Kubrick, suyo fue el diseño de vestuario de La naranja mecánica, 2001: Una odisea del espacio o Barry Lyndon por el que ganó su primer Oscar de los cuatro que posee. Por ello es de esperar hallar un vestuario reseñable en Solo tú, al personaje interpretado por Marisa Tomei su ropa la define como una mujer sofisticada y elegante en todas las situaciones, así como a Bonnie Hunt, aunque esta última viste un estilo más clásico, reflejo de su personalidad, mucho más clásica que la inconformista Faith, el vestuario de su cuñada Kate es de una elegancia más sobria y atemporal.
Un vestuario muy cuidado y representativo de cada personaje, lo cual influye en el resultado total de la obra. Una película que, si bien pertenece al injustamente denostado género de la comedia romántica, es muy recomendable, tanto por la diversión como por la evasión que proporciona.
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