Título original: Belfast. Año: 2021. Duración: 98 minutos. País: Reino Unido. Dirección y guion: Kenneth Branagh. Música: Van Morrison. Fotografía: Haris Zambarloukos. Reparto: Judi Dench, Ciarán Hinds, Caitriona Balfe, Jamie Dornan, Jude Hill, Lewis McAskie, Lara McDonnell, Gerard Horan, Turlough Convery, Sid Sagar, Josie Walker, Chris McCurry, Colin Morgan. Producción: TKBC. Distribución: Universal Films.
La distancia que separa la Belfast de 1969 y la Shangri-La ideada por James Hilton en Horizontes perdidos no se mide en tiempo ni en distancia, sino en sueños; en este caso, los que marcaron la vida del director y guionista Kenneth Branagh, quien decidió viajar a su infancia para comprender no solo su presente, sino el de todos. La historia, ubicada en una Irlanda desquebrajada por la conflictividad entre unionistas y nacionalistas, sortea los sinsabores sociales punteando el devenir de acontecimientos con un protagonismo afectivo capaz de soslayar la tragedia y revestirla de un tono emotivo y sereno.
Buddy (Jude Hill) es un niño de nueve años cuya mirada observa impasible un mundo que desconoce. Barricadas, luchas intestinas y vecinos enfrentados se entremezclan en un día a día con la dedicación extenuante de su madre (Caitríona Balfe), la presencia intermitente de su padre (Jamie Dornan) y el amor incondicional de sus abuelos (Judi Dench y Ciarán Hinds). No obstante, el verdadero problema de Buddy es estar enamorado de la niña más inteligente de la clase, con quien comparte el talento de destacar en matemáticas.
Su incomprensión sobre los límites del amor y la estrechez financiera de sus padres son un galimatías para Buddy, cuya explicación solo encuentra en el regazo de sus abuelos, quienes le escuchan, le atienden y responden sus interrogantes con un afecto incondicional. Poco le importa a Buddy si es católico o protestante; si en la calle debe declarar hacia dónde se dirige o si debe ir a la Iglesia, aun renegando de su confesionalidad en público, porque Buddy solo quiere salir del blanco y negro de su vida y adentrarse en el tecnicolor de una sala de cine, donde deambulan sus ensoñaciones más vívidas encarnadas en Chitty Chitty Bang Bang o One Million Years B.C. (1966).
También el teatro, al que asiste con su abuela, le devuelve color a su vida gris, aunque su vida anodina y rutinaria esté colmada de un cariño incombustible, el cual le ayuda a ver su Belfast natal en el centro del mundo. Con todo, la tensión derivada del conflicto norirlandés conduce a la familia a una disyuntiva vital: quedarse en Belfast y soportar las calamidades crecientes o emigrar y alejarse de Irlanda y, con ella, de todo su universo.
Espléndido ejercicio de revisión autobiográfica de Kenneth Branagh, la cinta está exenta, afortunadamente, de sesgos nostálgicos; su mirada se orienta más hacia la exaltación de los valores familiares y personales que conformaron al director y le entregaron la inspiración suficiente como para labrar la carrera artística que terminaría desarrollando.
Con innumerables guiños, que abarcan no solo la inclusión de fragmentos de El hombre que mató a Liberty Valance o Solo ante el peligro, sino también series como Thunderbirds o el cómic Thor (historia que, años más tarde, llevaría a la gran pantalla), sin por algo destaca la película es por su pulcritud a nivel formal. La impecable fotografía de Haris Zambarloukos busca un realismo, en ocasiones distorsionado, con encuadres llevados al extremo dentro de su naturalismo. Su blanco y negro ribeteado de experiencias en color solo pone de manifiesto el excepcional empleo del cromatismo aplicado a la emoción.
Finalmente, la banda sonora de Van Morrison (oriundo, por cierto, también de Belfast) solo se ve superada por la presencia excepcional de dos intérpretes como Judi Dench y Ciarán Hinds, espléndidos siempre. Una película arriesgada, valiente e ilustrativa del sinsentido de los acontecimientos y de la importancia de mantener bien engrasada la bitácora emocional. Un cuento narrado con humor y sin nostalgia que recuerda que, a pesar de las circunstancias, Shangri-La puede estar mucho más cerca de lo que se imagina.
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