Título: Háblame de ti. Año: 2018. País: Francia. Dirección: Hervé Mimran. Guion: Hervé Mimran y Hélène Fillières, basado en la novela de Christian Streiff J’étais un homme pressé. Reparto: Fabrice Luchini (Alain); Leïla Bekhti (Jeanne); Rebecca Marder (Julia), Igor Gotesman (Vincent); Clémence Massart-Weit (Violette); Frédérique Tirmont (Aurore); Yves Jacques (Eric); Micha Lescot (Igor). Director de fotografía: Jérôme Almeras A.F.C. Producida por: Sidonie Dumas; Matthieu Tarot. Montaje Célia Lafitedupont. Música original: Balmorhea. Sonido: Rémi Daru; Gaël Nicolas; François Joseph Hors. Duración: 100 minutos. Género: Comedia dramática. Producción: Gaumont, Albertine Productions, France 2 Cinema, Canal+. Distribuidora: Vértigo Films Fecha de estreno en España: 8 de marzo de 2019.
No hay daño tan grande como el del tiempo perdido
Miguel Ángel
Queridos amigos de Todo Es Cine:
Un placer volver a estar con todos vosotros. Hoy vamos a reflexionar en torno a un estreno, Háblame de ti, película francesa escrita y dirigida por Hervé Mimran, basada en la novela J’étais un homme pressé de Christian Streiff.
La historia nos lleva a París. Al amanecer, Alain (Fabrice Luchini) se siente agobiado, algo le está pasando, no puede moverse y cae de la cama. Como puede, se viste, baja a desayunar y allí se encuentra a su cocinera escuchando la radio y cantando. Al salir, previo a coger el coche se cae por las escaleras, mientras su conductor le recoge y le pregunta por su salud.
Alain es un hombre enérgico y dominante, así que le pide que continúe. Empieza la jornada de trabajo en la oficina, en la Universidad donde da clases incluso a su hija Julia (Rebecca Marder); también lleva toda la carga de un nuevo prototipo de coche eléctrico que van a lanzar al mercado. En todo el día, Alain no para. A las personas que le rodean las trata muy mal, funcionando como si de una máquina se tratara. Pero la máquina se estropea. Su secretaria le encuentra tirado en el suelo, acogido por la moqueta; el chófer vuelve a ayudarle a levantarse, mientras Alain insiste en que solo es un mareo. Sin embargo, el chófer sospecha que algo le está pasando y le lleva al hospital.
Su hija llora en la entrada, es una chica joven y está desbordada. Jeanne (Leïla Bekhti), una profesional con bata blanca, se acerca a ella y le ofrece su ayuda. Tras indagar quién es su padre (el celador le advierte que tenga cuidado, ya que es una persona muy importante), lleva a su hija junto a su padre, quien acaba de sufrir un ictus y se encuentra en observación.
Cuando pasan tres días, y gracias a la brevedad con la que el chófer actuó, Alain regresa de ese ‘viaje’ con afasia, es decir, un trastorno en el que las palabras que pronuncia no pueden ser entendidas por los interlocutores, salvo por el hecho de que fonéticamente son parecidas. Por ello empieza la terapia con su foniatra, Jeanne, una chica que también lleva sus propios problemas. Jeanne fue adoptada y, a pesar de ser criada por unos padres que la adoran, está buscando a su verdadera madre y despejar el porqué de su separación.
Aunque Jeanne intenta ayudar a Alain, su testarudez le impide ser amable, a pesar de que de su relación con el celador, quien le lleva en silla de ruedas a toda velocidad, emerge una buena amistad. La aventura, como siempre, es para vosotros.
Es una historia interesante que recuerda a otra película con mensaje parecido, A propósito de Henry (1991, Mike Nichols), con la que comparte una idea semejante: personas que se meten en una dinámica de trabajo, de despotismo y de exigencia extremos, donde la familia y todas las cosas quedan relegadas a un segundo plano. Esto es lo que le pasa a Alain. Su hija le recrimina todo a lo que ha tenido que enfrentarse sola a lo largo de su vida, la pérdida de su madre, la soledad. Ahora es ella la que le ayuda a él, la que se preocupa por su salud.
Por eso, no hay daño tan grande como el del tiempo perdido.
Con todo el cariño, desde La Mecedora.
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