No es más fuerte ni más inteligente el que sobrevive, sino el más capaz de adaptarse a los cambios.
Charles Darwin
Queridos amigos de Todo Es Cine:
Un placer volver a estar con todos vosotros. Empieza un nuevo mes y, con él, una nueva película: C’est la vie (2018, Olivier Nakache y Eric Toledano).
La historia nos lleva a París, allí Max (Jean-Pierre Bacri) tiene un negocio de preparación de bodas y, debido a ello, su vida pasa por un sinfín de preocupaciones. A su oficina acude una pareja, la formada por Héléna (Judith Chemla) y Pierre (Benjamin Lavernhe), quienes quieren una boda a su modo y manera. Max tiene que adaptqarse a los gustos que cada uno le va presentando, haciendo realidad todos ellos.
El día del evento, en un château del siglo XVII con lago y jardines de ensueño, comienza la pesadilla para Max, pues son muchas las personas que deben dirigirse, cada una con sus problemas personales y su propia personalidad. Josiane (Suzanne Clément) está enamorada de Max, desde hace tiempo son amantes, pero Max no parece querer dar el paso, por lo que ella se dedica a darle celos con uno de sus empleados. Adèle (Eye Haidara) es la mano derecha de Max, tiene muy mal humor y pone en tela de juicio todo lo que él dice.
Hora a hora se va reflejando el trabajo que todos ellos van haciendo para que novios e invitados salgan satisfechos de la fiesta: el fotógrafo y su ayudante; el cantante (Gilles Lellouche) y su orquesta; los camareros, los encargados de las flores, los fuegos artificiales y un largo etcétera para una noche inolvidable. Pero entre tanta flor y copa de champán, se van a producir gran cantidad de problemas y de soluciones, y eso lo dejo para vosotros.
Es una película divertida, una comedia que va discurriendo entre problema y problema, y cómo Max, poro a poco, va solucionándolos. Los años no pasan en balde y le han enseñado muchas mañas para salir airoso, aunque esto también le agote.
Después de encontrar una pareja, encontrar a la persona a la que quieres y te quiere, con la que llegar a esa comunión, viene la boda (quienes pasaron por ello o están inmersos en la situación se darán cuenta de lo que hablo), y de repente todo son prisas y follones. De ahí que acudir a alguien que quite de en medio tanta presión ayuda en ese trance. Pero la vida empieza, y también estará llena de imprevistos, de situaciones nuevas; lo que teníamos en mente se vuelve del revés, y ahí es donde está la importancia de saber solucionar las cosas según lleguen. Y aunque, como a Max, todo ello cansa y agota, también genera nuevas ilusiones.
Por eso, como dice la máxima, no es más fuerte ni más inteligente el que sobrevive, sino el más capaz de adaptarse a los cambios.
Con todo el cariño, feliz diciembre desde La Mecedora.
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