El miedo es el más importante, el más injurioso y el más cruel de los consejeros.
Edmund Burke
Queridos amigos de Todo Es Cine:
Un placer volver a estar con todos vosotros. Estamos en la época de Halloween y debemos hacer gala del espíritu de la celebración. Hoy lo haremos con El otro (1972) dirigida por Robert Mulligan y adaptada de la novela homónima de Tom Tryon.
La historia nos narra un verano de los años treinta, en el que los gemelos Niles y Holland pasan las vacaciones jugando en la finca familiar. Como buenos niños que son, los pequeños corren, viven aventuras y buscan tesoros, tesoros que Niles guarda en una caja de metal que esconde entre la camisa y el pecho. Allí va guardando las cosas importantes que recoge, entre ellas el anillo de la familia con el ave estandarte de su apellido.
Todo transcurre en perfecta armonía junto a su abuela, quien introduce a Niles en lo que ella llama ‘el gran juego’, consistente en adentrarse en pequeños seres, primero flores y luego animales, comenzando a ver y sentir todo cuanto el animal ve y siente. Se adentra en un cuervo y en él está hasta que el tridente de un granjero atraviesa al ave. Ahí acaba el juego. Su madre es una mujer atormentada por el dolor. La pérdida de su marido le impide salir de casa, pero cuando consigue dar unos pasos, Niles le premia con su sonrisa, con su amor y con las flores silvestres que recoge para ella.
Su tío y su esposa esperan un bebé, quien Niles predice que será una niña. Todos le creen pues saben que tiene cierta ‘maña’ para eso de predecir. Pero las cosas se van enrareciendo. Detrás de lo idílico de esa América profunda se encuentra una historia familiar que intentarán descubrir. Y esa parte, es para vosotros.
La película, a diferencia de otras del mismo género, tiene connotaciones distintas. Está rodada a plena luz, no hay monstruos deformes ni vampiros, pero también tiene su intríngulis. Por eso es atractiva, porque va descubriendo poco a poco las artimañas que se van presentando, nada es lo que parece.
La ficción, sobre todo la literatura y el cine, siempre se ha servido de los gemelos para crear sus historias perturbadoras. Especialmente en el caso de los univitelinos, aquellos que se parecen tanto como si fueran una sola persona. Este ‘talismán del miedo’ se utiliza muy a menudo en situaciones diversas, especialmente en el cine de terror. Así tenemos a las gemelas Grady de El resplandor (1980, Stanley Kubrick), los de Basket Case ¿dónde te escondes, hermano? (1982, Frank Henenlotter), las de Hermanas (1973, Brian de Palma) o los de Inseparables (1988, David Cronenberg). Las historias contadas desde esta perspectiva del otro “yo” dan en el quid al despertar cierto desasosiego en el espectador.
Por eso, en esta época de películas y de disfraces, espero que paséis un momento de miedo.
Con todo el cariño, feliz Halloween desde la Mecedora.
Deja un comentario